miércoles, 27 de enero de 2010

Encuentros

Hay días en los que quedas con alguien y, encima, te encuentras con mucha gente más que hace años que no ves. Eso nos pasó estas Navidades. En la foto salimos Nando, yo, Javi, Txomin, Jose, Toy, Litros y Salva, pero es que había muchos más, aunque el gran angular no diera para tanto... Ese día también estuvieron Bea y mis peques, Toñín con su family, Mercedes y Fernando con 'el Picu', Chema y Cristina, Tatiana y Carlitos, Víctor (Vic Thorpe) con su cachorro, Miky, Txiki Tanque, Marcos...

Hacía siglos que no salía por Santander de noche y aluciné con la peatonalización de algunas calles de esas que uno ha pisado durante años, pero siempre bajo la luz de la luna o de alguna que otra farola. Me lo pasé bien, muy bien, pero me sentí mayor, muy mayor...

lunes, 25 de enero de 2010

Curro, curro y curro...


Decía un personaje célebre en la casa familiar paterna de Pesúes (Cantabria) que "el trabajo tiene cara de perro". Y así es como me siento hoy; enfrentado a una semana dura, con las fuerzas justas, el ánimo un poco alicaído, pocas ganas y mucho curro. Pero ante situaciones de éstas uno sabe que no hay salida. Hay que dar la cara. Da igual que te la partan. Hay que echarle horas y dedicación, y esperar que una vez superado el trámite vayan regresando las fuerzas y el buen humor. Confío en que se me dé bien... Ya os contaré.

viernes, 22 de enero de 2010

Me hace mucha gracia esta imagen...


Don Pedro Velarde es uno de los héroes del 2 de mayo (de qué año, que decía el chiste), uno de los episodios míticos de la Guerra de la Independencia española. Nació en Muriedas (Cantabria) justo al lado de la casa que ahí tuvieron mis abuelos durante décadas.

El monumento denominado Santander a la gloria del héroe. 1880 ha dado muchas vueltas desde su inauguración. Podemos decir que el pobre Velarde debe andar hasta mareado de tranto trajín. Remodelaciones, obras varias, parkings subterráneos, bombas de ETA, caprichos de los políticos... El caso es que por cosas del destino don Pedro parece ahora protestar de manera airada ante la Delegación de Hacienda. Si es que hay mucho que protestar.

Los políticos se llenan la boca diciendo que la presión fiscal en España es de las más bajas de Europa. Pero pocos dicen que las prestaciones que recibimos por nuestros esfuerzos son mínimas también si las comparamos con las de otros vecinos.

El otro día hablaba Rodrigo Rato del problema que tendremos "pasado mañana" con el sistema de pensiones; pero sólo oí hablar a un periodista (era una) de "estructura piramidal". Me acordé de nuestro querido Edu Robb, que ya había hecho una muy acertada disertación al respecto hace meses, comparando al caduco sistema actual con la trama de un tal Madoff.

Proteste don Pedro, proteste, que ustedes los hérores son los que nos tienen que sacar siempre de los atolladeros en los que nos meten nuestros lamentables dirigentes a lo largo de la historia. Pero ándese con ojo que una cámara le vigila muy de cerca...

lunes, 18 de enero de 2010

A rueda de Txoff


Asociamos esta canción a Barri y hoy la escuchamos en su memoria. Recuerdo que él decía que Ziggy le pareció una estafa cuando se enteró de que cantaba. Pero luego le oyó, escuchó su voz, le recordó mucho al gran Bob y se tuvo que comprar la cinta... El vídeo se ve mejor en este link: http://www.youtube.com/watch?v=xT8Et9vRs-o (pero tiene el embed desactivado y no se puede pegar en un blog).

¿Por qué digo a rueda de Txoff? Porque él ya colgó el link antes en en Facebook, y porque dice que este fin de semana fue este tema con el que cerró su sesión pinchando. Y cuando la idea es buena, lo es, y no hay nada de malo en subirse al carro. El Concious Party, de 1988, sí señor.

Siempre gracias, amigo Barri. Siempre en nuestros corazones, crack de cracks. Inolvidable.

Tomorrow people (Ziggy Marley)
Tomorrow people, where is your past?
Tomorrow people, how long will you last?
Tomorrow people, where is your past?
Tomorrow people, how long will you last?

Today you say you deyah
Tomorrow you say you're gone
But you're gone so long
If there is no love in your heart - so sorry
Then there is no hope for you - true, true

Tomorrow people, where is your past?
Tomorrow people, how long will you last?
Tomorrow people, where is your past?
Tomorrow people, how long will you last?

So you're in the air
But you still don't have a thing to spare
You're flying high
While we're on the low o-o-oh...

viernes, 15 de enero de 2010

No sé ni cómo titularlo...

He hablado hace un rato con mi madre y ha salido en la conversación que el lunes se cumplen dos años de tu marcha. Hoy es viernes y hace sol; un día precioso después de muchos de lluvia, de nieve, de viento, de frío. Ya he dicho otras veces que el día que te fuiste era así: limpio, soleado, agradable, viernes... Pero se torció en nuestros corazones. Se volvió lúgubre, agitado, cruel, retorcido, inasumible, dolorosísimo, desgarrador, tempestuoso. 

Ha pasado ya un tiempo importante, el suficiente para tener una cierta perspectiva de las cosas, pero da igual. Hay un vacío imposible de cubrir; una sensación extraña y rotunda, implacable, que nos dice que las cosas no volverán nunca a ser como antes. Muchas veces me recrimino mi incapacidad para superar una situación como ésta. No sé si soy justo conmigo mismo. El caso es que el dolor me acompaña y sigo llorando tu ausencia con demasiada frecuencia.

En verano tuve la oportunidad de sacar de dentro mucho dolor hablando con tus padres. Creí que sería terapéutico. Pero en el fondo lo que hice fue reafirmar un enorme sentimiento de soledad. Una soledad parcial, está claro –uno tiene la fortuna de estar muy bien acompañado–, pero soledad al fin y al cabo, que nace de la pérdida, y que vive y se hace fuerte en el recuerdo.

Hoy miro por la ventana de nuevo y visualizo con total nitidez nuestros tiempos en Madrid, los miles de días felices santanderinos, el día que nos conocimos en septiembre del 86, las miles de noches viendo la vida pasar. Siento la necesidad imperiosa de hablar con alguien y, como no puedo, te escribo a ti rodeado de un falso silencio. Hace dos años dije que se me acababa de ir media vida; ahora sólo puedo reafirmar que así fue.

miércoles, 13 de enero de 2010

Paul Ratier, una de mis fibras sensibles favoritas


Hace unos años el director de una revista del grupo editorial en el que trabajo me felicitó por el nacimiento de mi hija pequeña y me dijo: «Antes de que te des cuenta andará con un chaval que no sabrá ni dónde está Altamira». La idea no me preocupó especialmente y pensé que hay cosas ante las que uno nada puede hacer. Pero casi de manera inmediata me vino a la mente una historia paralela: la de las pinturas de las cuevas, la de su descubridor y la de Paul Ratier. Demasiadas cosas se agolpaban en mi cabeza y sentí la necesidad de contarlas. Total, que me puse a ello y, a vuelapluma, me salió un relato breve curioso. No podría reproducirlo, pero ahora sí me siento con ánimos de recordar su esencia.

En 1875 un pastor habla a don Marcelino Sanz de Sautuola sobre la existencia de unas cuevas en el Prado de Altamira. Éste acude al lugar y recoge algunos restos arquelógicos. Tres años después visita la Exposición Universal de París y observa unos objetos prehistóricos que le recuerdan a los otros por él descubiertos. Decide volver a la cueva en 1879 con su hija y es entonces cuando descubren las espectaculares pinturas: la Capilla Sixtina del Arte Rupestre. No será hasta más de 20 años después cuando se certifique su autenticidad. Es un período duro, de dudas, de infamias, de acusaciones malintencionadas. Y es aquí donde cobra importancia la figura de Paul Ratier.

¿De quién? ¿Quién es Paul Ratier? Sabemos que era un pintor sordomudo, nacido en Lorient (Francia) en 1832 y que falleció en Santander el 7 de mayo de 1896. Suyo es el cuadro de Santa Lucía con los ciegos, que figura en el altar mayor de la Iglesia del mismo nombre en la capital cántabra. Pero tal vez su obra más conocida sea la primera reproducción del techo de Altamira que le encomendó, precisamente, su protector, Marcelino Sanz de Sautuola.

Fruto de esa relación fueron las infamias que el pintor tuvo que sufrir, en las que se indicaba que él había sido el verdadero autor de las pinturas de la cueva. Se da la circunstancia de que por aquella época Ratier pasó algunas temporadas en la casa de su mecenas, en Puente San Miguel, localidad muy cercana al emplazamiento de la cueva (a unos 3 km en línea recta). Parece que al menos algún motivo sí que había para dudar, y que las coincidencias jugaban en contra de la dupla Ratier-Sautuola...

Don Marcelino -bisabuelo de Emilio Botín- murió en 1888 sin ver reconocida la autenticidad de las pinturas por él halladas. Y Ratier perdió a uno de sus grandes apoyos. Paul Ratier y Josse fallecía en 1896, casi en la indigencia, tras una implacable tuberculosis. Dicen que Ratier sufrió muchísimo con esas acusaciones que le tildaban de falsificador. Su condición de sordomudo, además, no le ayudaba en su defensa precisamente...

Pero, ¿qué vínculo existe entre Ratier y el que escribe? ¿Qué hace que para mí la simple mención de Altamira dispare mi imaginación, el recuerdo, y la necesidad de rendir homenaje a un artista? Muy sencillo. Desde hace muchos años he tenido la fortuna de poder contemplar una obra suya de manera muy cercana. Es un cuadro pequeño, oscuro en apariencia, pero que bien iluminado permite ver muchas cosas. Creo recordar que es de 1865, pero hablo de memoria. Siempre hemos aludido a él como Santander de noche o, más románticamente, Santander la nuit. Al fondo se aprecian la Catedral y el Castillo de San Felipe. En primer plano vemos el Muelle, con embarcaciones del estilo de los pataches o los quechemarines amarradas muy cerca de las casas. Aún no han llegado los rellenos que darán más amplitud a esta zona privilegiada de mi ciudad.

El cuadro es discreto, pero hipnótico. Quizá uno no repare en él así de primeras, pero si lo miras con detenimiento quedarás atrapado. Buscarás el detalle, compararás el entonces y él ahora, y descubrirás la mano, la sensibilidad, la presencia del artista, la de Paul Ratier, uno de esos personajes tocados por el talento a los que ni en su época, ni pasados los siglos, se le reconocerá lo suficiente.

jueves, 7 de enero de 2010

Tomadura de pelo


Una detrás de otra. Fuma en 'su' Falcon, que es nuestro; y se pasa 'su' propia Ley -como decía una antigua compañera de trabajo cubana- 'por la parte más oscura de su cuerpo'. Dicen que no es el único..., pero eso qué más da.

Si es que no se puede ser siempre el más guay, y menos si eres Presidente. Hay que dar ejemplo, creo. Pero claro, si eres un inepto y no sabes dónde estás 'pinao', qué vas a hacer... Pues eso, capear el temporal; sonreír mucho tratando de no parecer imbécil; inventar conceptos abstractos y no acertar un pronóstico ni a la de diez.

Lo del parecido con Mr. Bean es una simple anécdota; uno es humorista y el otro no debería hacernos maldita gracia, aunque lo suyo sea trágico-cómico. Lo cierto es que hasta el personaje de Rowan Atkinson parece tener más credibilidad...

Y no todo queda ahí. Nuestro superhéroe llega tarde hasta a la Pascua Militar. El Presidente del Gobierno ha de estar en el Patio de la Armería del Palacio Real antes de las 12 del mediodía para poder recibir a los Reyes, pero él no está cuando llegan Don Juan Carlos y Doña Sofía. ¿Por qué? Porque es más listo que todos ellos. Porque es ÉL, un elegido, un iluminado, un ser superior como Florentino (Butragueño dixit). Las leyes y los protocolos no van con su manera de ser, desenfadada y guays. Si es que se mola (a sí mismo) mogollón...

Pero es que el colíder de la 'Alianza Cósmica' llega tarde a todo, en especial al momento de tomar medidas... El maillot amarillo del buenismo es incapaz de tomar las decisiones necesarias y no digamos de asir al toro por los cuernos... Ser antitaurino provoca estas cosas; al menos en su caso. 

¿Con qué nos sorprenderá ahora este hombre con cara de Joker? ¿Qué se guarda en la chistera este gran mago del humor? Qué más da. Si -y mira que es triste- por no haber no hay ni oposición... Y los de siempre -la esforzada clase media que tiene la fortuna de tener trabajo y poder comer tres veces al día-, a seguir pagando los errores de una clase política que no vale ni para tacos de escopeta.

domingo, 3 de enero de 2010

No me canso nunca de contemplarlo...


Tras una noche de descanso, te levantas, sales a la terraza y te encuentras esto... El sol sale por tu izquierda y el Puntal te mira desafiante; enfrente, la dupla del Pico de Solares y Peña Cabarga, siempre me llegan al corazón; y a la derecha, en días como estos, emergen majestuosos los Picos de Europa. No se puede pedir más. Es una escena repetida hasta la saciedad en mi imaginario particular, pero no hay dos días iguales, siempre hay matices y cada uno de ellos aporta más y más belleza.