viernes, 18 de enero de 2008

Gracias por todo, amigo Barry


Se me acaba de ir media vida; esa formada por los recuerdos de todo lo que hemos compartido desde que nos conocimos hace ya 22 años. Me acaban de decir que te has ido para siempre y no me puedo imaginar lo que va a ser no poder darte nunca más un abrazo, ni estrecharte la mano, hablar de la vida, de la naturaleza, de baloncesto, de cómo les va a los nuestros...

La hombría de bien, la nobleza y todas las virtudes que siempre te han adornado no quedan por escrito ni la mitad de cuajadas que cuando se te trataba de tú a tú. Un tipo de los de verdad, íntegro; un apoyo fundamental para todos los de tu entorno; una persona de las que desborda bondad, alegría y optimismo, capaz de conseguir sacar una sonrisa a cualquiera; alguien lleno de dones y de talentos...

Es duro quedarse sin el mejor amigo -con mayúsculas-, muy duro; tanto, que resulta imposible hacerse a la idea. Uno no sabe cómo encajar estas cosas. Me vienen a la mente mil imágenes que quedarán ahí y que nunca se me borrarán.

En tu enfermedad optaste por cerrar filas a tu alrededor, y a tus amigos nos queda el sinsabor de no haber estado más cerca, de no haberte apoyado más en tu lucha diaria. Sólo quiero que sepas que todos los días he pensado en ti; que te he tenido muy presente en todo momento y que te vas por la puerte grande después de haber puesto todo de tu parte. Grande como persona, grande como amigo. Muy grande.

Descansa en paz, amigo, y espérame allí donde estés, que se nos han quedado en el tintero mil conversaciones y muchas cosas por compartir. Y gracias por todo, Barry, la luz de tu ejemplo iluminará mi camino.


Tu cuadro de Peña Cabarga preside mi salón. Cada vez que vaya a Santander y mire al otro lado de la Bahía sentiré que estás cuidando de mí.

P.S. José Antonio García Barrigón falleció en Santander el 18-01-2008, a los 40 años, después de luchar contra el cáncer como un campeón.