sábado, 5 de diciembre de 2015

El largo camino


Escuchando la B.S.O. de 'Gladiator' y emocionado como un niño recordando al gran Barri. Cómo te echo de menos, amigo. Jodido recorrer todo ese largo camino sin ti. ‪#‎HonorHim‬ ‪#‎NowWeAreFree‬

jueves, 15 de octubre de 2015

Vicente Ortega, el triunfo de una persona sencilla

Ayer me llevé una gran alegría. Mi buen amigo Vicente Ortega, de Radio Marca, recibía la Medalla de Bronce de la Real Orden del Mérito Deportivo, concedida por el Consejo Superior de Deportes. Un honor de esos soñados por cualquier deportista o profesional relacionado con la actividad deportiva.


En el apartado cántabro, Ruth Beitia recibía la Medalla de Oro tras su gran año; Laura Nicholls, la de Plata; y Ángel Ruiz-Cotorro y Juan Antonio Prieto, las de Bronce.

Pero la de Vicente es muy especial para mí. Tuve la gran suerte de compartir redacción con él en Líder de los Deportes, un periódico deportivo modesto y de vida efímera. Allí empezábamos a dar nuestros primeros pasos en la profesión.

Poco después volvimos a coincidir en la sección de Suplementos del diario Marca. Yo entrando y saliendo, solapando contratos de obra, y Vicente haciéndose imprescindible desde el minuto uno por su calidad profesional, por su capacidad de trabajo y por su carisma. Una de esas personas que uno tiene como amigo y siente un especial orgullo por ello.

Allí escribimos unas cuantas guías de todo: fútbol, baloncesto, motor, anuarios... Y un par de libros memorables: El Siglo del Fútbol y el Libro de los Campeones. Publicaciones que uno guarda como oro en paño. Suena ya viejuno por tratarse de obras de final del siglo XX, pero los recuerdos siguen muy presentes.

El siglo XXI nos hizo coincidir en momentos felices como nuestras respectivas bodas o el nacimiento de nuestras hijas. Y también vivimos momentos duros como la pérdida de nuestros padres. Momentos dolorosos en los que estuvimos cerca el uno del otro.

Si le quieres escuchar, basta con asomarse a Radio Marca. Ahí lleva la manija de Directo Ortega, ese pedazo de magazine con el que ocupa las mañanas de muchos, de lunes a viernes, de 10.00h a 13.00h.

Ayer fue un día muy feliz. Me encanta disfrutar de éxitos de gente a la que quiero como si fueran propios. La alegría fue inmensa. El propio Vincen compartió conmigo por Whatsapp sus sensaciones: "Estoy muy feliz"; "Qué ilusión, amigo mío". Y ante situaciones así, sólo puedo añadir una cosa: "Yo tuve la suerte de trabajar con Vicente Ortega". Un grande. Mi amigo.

sábado, 10 de octubre de 2015

La bella Aspasia



Pericles le preguntó a la bella Aspasia que por qué se sentía tan feliz con ella. Y ésta le respondió:

"Porque procuro vuestro descanso y no vuestro cansancio; porque os doy paz y no guerra; porque prefiero vuestra felicidad a la mía. O, más bien, porque mi felicidad consiste en saberos feliz".

miércoles, 7 de octubre de 2015

El Club de los Poetas Muertos

Así te manipula el "¡Oh capitán, mi capitán!, tu escena favorita de Robin Williams, magnífico post de Alberto Moreno en GQ España.


Sin duda alguna un final muy emotivo y muy especial para los que recordamos aquella película, allá por el año 89, con unos cuantos años menos y con demasiadas ilusiones aún intactas.

martes, 21 de julio de 2015

Esas cosas que me irritan en mi día a día

Sí, soy un viejo gruñón y cada día hay más pijaditas que me ponen de mala leche. Es cierto, puede que cada vez sea menos transigente, pero es que... No puedo con estos personajes:

-El que va en moto, pero que no es motero. Ese que como se sacó el carnet de coche, le regalaron el de moto y no sabe ir en moto. Te adelanta por la derecha, aunque no haya espacio, y por su culpa te tienes que comer ese bache o tapa de alcantarilla que sabes que está ahí, pero que hoy vas a catar. O el que se pone a tu lado en el semáforo, pero un poquito más adelante; que él mea más lejos y la tiene más larga. O eso es lo que él cree. No respeta tu espacio. Bueno, no respeta nada. Por cierto, lleva casco, pero no guantes. Pecado mortal

-El que va en bici por la carretera (bueno, y por las aceras o por donde le dé la gana) y se cree por encima de lo divino y de lo humano. Los semáforos son sólo para camiones. Siembra el pánico entre los peatones que cruzan por su sitio. Tiene su carril, pero se cambia al tuyo. Tú tienes que respetar su metro y medio, pero a él se la sopla el tuyo. No lleva casco, ¿para qué? Va de gris o de negro, y no lleva reflectantes, ¿para qué? No lleva guantes, ¿para qué? El día que te caigas, por desgracia, te enterarás de para qué... ¡So listo!

-El fumador que tira la colilla al suelo. Me da igual que sea a la puerta de un bar, de un restaurante, de tu trabajo o por la ventanilla de un coche. Un día me dio un conductor con una. Yo iba en moto, casi me quema y me subió las pulsaciones por encima de lo recomendable. La colilla es un objeto pequeño, pero existe y no es biodegradable. Los ceniceros son su destino final. Pero hay mucho guarro. El que tira la colilla suele ser el que más se queja de lo sucio que está todo.

-Los taxistas que no pasan de 20 km/h. Sé que la situación es complicada; que la gente no toma tantos taxis como antes; que hay que sumar carreras; que pasáis muchas horas al volante. Pero sellar el carril bus con esa lentitud me enerva. Aunque no sé si es peor todavía la nula utilización de los intermitentes. Sois profesionales del volante y dais un ejemplo lamentable. ¿No todos? Vale, no todos. Muchos. Bastantes. Me refiero sobre todo al que me ha tocado delante hoy.

-El peatón al que permites cruzar por un paso de cebra y se siente el amo del universo, baja su ritmo, se toma su tiempo y no da ni las gracias. Luego se queja cuando no le dejan pasar. Normal; el karma... Con lo fácil y eficaz que es levantar un poco la mano en señal de agradecimiento. Alzar un poco la cabeza. Un gesto sencillo que vale oro puro. Pero no, él es el putoamo, así, todo junto.

-Aquel que lleva la cara de perro (pobres perros; de perro enfadado se entiende) en el trabajo, por la calle, en su casa. Sonríe, coño. Relaja las facciones de tu cara. Si ya lo decían los escoceses: "La sonrisa cuesta menos que la electricidad y da más luz". Scotland forever!! Hace años le pedí a Pau Gasol, en una entrevista, un consejo para el día a día. No lo dudó: "Sonreír siempre. Cuanto más, mejor". El que sabe...

-El cagaprisas al volante; ese que va poniendo en peligro a todos los que circulamos lo mejor que podemos. Sí, ese ser infame que nunca oyó hablar de la distancia de seguridad. Sí, SE-GU-RI-DAD. Se te mete en el maletero; te da las largas. O se lo hace a otro. Y hay gente insegura al volante que puede reaccionar con miedo y se termina liando. Si quieres correr, es muy fácil. Te vas a un circuito, pagas y das rienda suelta a tus instintos velocitis. Pero la carretera es de todos, no tuya, man. Y el límite es 120, no 180.

viernes, 26 de junio de 2015

Un temazo de esos que emocionan

Más allá de las letras, claro. Que a fin de cuentas lo que narra no tiene nada que ver ni conmigo, ni con mi pasado, ni con mi padre. Pero hay temazos que te transportan a esos lugares remotos de dentro de uno mismo. Esos recovecos que, una vez hallados, hacen que las ausencias duelan más o que aviven recuerdos apagados o siempre presentes. Da igual que sean asusencias temporales o para siempre. En lo que a mí respecta, espero estar en el polo opuesto al padre del que habla la canción en su primera parte. Y si estoy en algún error serio, poder darme cuenta pronto y corregirlo.

lunes, 8 de junio de 2015

Somos el Racing y volveremos

Otro año más salió cruz. Por tercera vez en cuatro años nuestro Racing ha descendido. Son palabras mayores. Es muy duro perder la categoría tantas veces en tan corto espacio de tiempo. Pero somos el Racing y volveremos. Aunque el camino que tenemos por delante parece largo, retorcido, tortuoso.

Llevamos un tiempo ahogados en lo económico y maniatados en lo deportivo, sin margen para planificar, para fichar, para desarrollar una actividad más o menos normal. Los múltiples errores del pasado nos pasan factura en un presente muy complicado, pero en el que hay que seguir remando, todos juntos, y en la misma dirección. Una dirección que debe estar basada en la buena gestión, en acertar en las decisiones deportivas y económicas, en la optimización de los escasos recursos y en cumplir de manera ejemplar en la devolución de lo que se adeuda.

El descenso de ayer es la causa lógica después de cometer muchos errores y de dejar pasar oportunidades óptimas de depender de nosotros mismos. Malos partidos, malos resultados, la suerte esquiva en momentos concretos... Al perro flaco todo son pulgas. Y para flacos, nosotros.

Y, por supuesto, también ha jugado un papel importante la existencia de un plantel limitado en cuanto a calidad y corto de efectivos (sobre todo en el centro del campo), lastrado por las lesiones de hombres importantes, unas normas penosas que permiten que la selección sub19 te pueda quitar a dos (casi a tres, que Fede no acudió a la cita por lesión) de tus mejores hombres cuando te la juegas a una carta... Demasiadas cosas en contra.

Pero este equipo, a falta de calidad siempre tiró de integridad. Salvo en algún partido aislado en el quizá se pudo dar un extra (Sabadell, Alcorcón), la actitud del equipo siempre fue loable. Y la identificación de la grada con los que estaban en el campo, de las que ponen los pelos de punta. Nunca vi algo similar. En esos partidos clave en los que no se podía fallar, tras hacer la mítica paparda, fueron muchos los que siguieron en su sitio cantando, aplaudiendo y animando sin parar. Con el corazón roto, pero perfectamente conectado con los representantes de la institución en el césped. Una comunión entre equipo y seguidores que debe ser la simiente para seguir creciendo.

En el banquillo, se puede hablar de errores de planteamiento, de cambios mal hechos, de alineaciones mejores o peores. Pero todo se ha hecho buscando lo mejor para el colectivo. Pedro Munitis ha alternado errores y aciertos, pero nadie le puede criticar falta de compromiso. No cobró ni un euro. Dicen que paga de su bolsillo a sus colaboradores y hay quien afirma que hasta ha llegado a pagar otros gastos que nunca deberían de correr por cuenta del entrenador del equipo. Me quito el sombrero por quien acude al rescate del club de sus amores. Y no hay que olvidar al gran Paco. Con sus cosas, como todos, pero aportando un equilibrio institucional inmenso en medio de un guirigai de tres pares.

No pinta bien el futuro inmediato. Primero hay que culminar la eterna ampliación de capital. Luego habrá que esperar a ver si se consuma el descenso o si, por el contrario, los despachos y las delicadas situaciones económicas de otros nos devuelven lo que no merecimos del todo en los campos.

Sea como sea, habrá que reorganizar un plantilla que se quedará prácticamente en el chasis. Con el descenso habrá que buscar la mejor salida a aquellos jugadores que puedan aportar algo de liquidez a las vacías arcas de la institución. Muy pocos jugadores seguirían bajo contrato si se baja. Y lo poco bueno, que lo hay, se iría. Nada que objetar a jugadores de gran futuro que podrían irse lejos de los Campos de Sport. Pensar en la marcha de los dos San Emeterio y de David Concha me rompe el corazón, pero hay que estar preparado para cosas así.

Los cedidos se irán y habrá que tirar de lo mejor que venga por atrás, de esa cantera que siempre acude al rescate. Habrá que peinar el mercado en busca de jugadores de Segunda B, con calidad para tirar del carro, baratos y con capacidad de compromiso. Es ahí donde a uno le gustaría que se buscara producto cántabro. En igualdad de condiciones, prefiero a alguien de la tierra, que sepa lo que es el Racing. Alguien que conozca el 'espíritu José Ceballos' ("Ya, José, pero el Barça es el Barça", le decían."Sí, y el Racing es el Racing", contestó el portero ante una presunta oferta de los culés).

Carezco del conocimiento sobre cuánta gente de calidad viene por detrás en los filiales del Racing. Sé que los juveniles siempre hacen buen papel en sus competiciones. Que el Racing B, en Tercera, tiene a gente muy joven en sus filas. Pero hay que tener claro que el armazón del equipo debería salir de ahí, completado con incorporaciones con experiencia en la categoría y que aporten la veteranía necesaria.

Parece que Pedro Munitis y Gonzalo Colsa seguirán en el banquillo, no sé si con Pinillos o sin él. Y espero que podamos culminar la ampliación de capital, tener viabilidad a corto y medio plazo, alcanzar un acuerdo con Hacienda que nos permita pagar nuestras deudas poco a poco y poder respirar. Y, después, ganar en los campos nuestro regreso a Segunda. Sí, a una Segunda en la que habrá un nuevo escenario televisivo muy interesante. Hay que volver por la vía del cloroformo; muy rápido, en un año. Complicado salir de ese pozo tan deprisa, pero hay que apuntar en esa línea.

En lo personal, en verano pasaré por las oficinas del club, renovaré mi abono. Si Hummel ya nos ha hecho las nuevas camisetas me haré con una para salir a correr por Madrid todas las semanas. Seguiré haciendo el pino con las orejas para escuchar alguna emisora que dé los partidos del Racing a través de mi iPad o viendo algún partido por Internet. Sufriré todos los fines de semana en la distancia. Intentaré ir al campo alguno que esté por mi querida tierra. Cantaré La Fuente de Cacho, Santander la marinera, Por derecho, el himno del club o el del centenario cuando me dé la gana o cuando suenen en el coche camino de Cantabria o en mi iPod trotando por el Parque del Oeste. Me alegraré en las victorias y sufriré en las derrotas. Estaré siempre junto a mi equipo. A fin de cuentas, como dice Phil Grijuela en su canción: "Hemos estado en la gloria / y en el infierno también / pero nadie nos hizo temblar".



En lo institucional, espero que Tuto Sañudo y Manolo Higuera sean capaces de seguir intentando gobernar la nave. Hace falta gente comprometida, que ame estos colores, pero también es la hora de que gente capaz asuma el mando. Lo que no quiero ver ni acercarse al estadio es a la clase política, una de las grandes culpables del estado actual del club. Todos ellos deberían mantenerse bien lejos del palco. No son bien recibidos. Ninguno.

En la campaña 2015-16 se pone un nuevo reloj a cero, tras 102 años de historia. Tiene que ser el reloj que marque la hora de las buenas decisiones, del buen hacer. En el campo y fuera de él. La afición va a estar ahí. A ver si está también todo lo demás.

Tenemos por delante una encrucijada compleja. Pero también está la obligación de dar continuidad a lo que nuestros antepasados pusieron en marcha. Oí hablar a mi abuelo y a mi madre de lejanas tardes de fútbol, con Alsúa en el campo. De partidos contra el Barça de Kubala y yo qué sé quiénes más...

Y recuerdo, también, a mi padre recitando alineaciones míticas y anécdotas de fútbol en blanco y negro. Incluso me contaba uno de mis hermanos que mi progenitor ingresaba en Valdecilla muy grave, y en los pasillos, esperando a ser atendido, pedía un transistor para enterarse de cómo iba el Racing contra el Sevilla... Mientras, en el campo, su localidad vacía. Y Europa esperando. Él no llegó a verlo. Pero los que estamos aquí estamos obligados a hacer un esfuerzo y a dar continuidad a este equipo que algunas alegrías nos da, muchas, entre decepción y decepción.

Si cierro los ojos, aún hoy soy capaz de visualizar el viejo campo desde la vetusta Grada Norte, aquel pegote en la esquina noroeste. Con el marcador simultáneo manual. Mucho fútbol vi desde ahí. Maradona, Schuster, Stielike, Arnesen... La Real campeona de Liga. El Atleti de Heredia y Becerra. A Santillana y Juan Gómez. Luego, me fui haciendo mayor y dejé Infantil para pasar a Preferencia. La grada del Este, cubierta y entera de pie. Muchos años colocándome en el medio del campo con algunos compañeros del colegio. El mismo colegio del que nos escapábamos a veces para ver el partidillo de los jueves, en el que el entrenador solía dar pistas sobre el once que jugaría el domingo... Fueron años de equipos luchadores y de césped en mal estado. Luego nos iríamos al campo nuevo. Años duros. Y más cuando uno tuvo que irse a vivir a Madrid, lejos de su familia, de sus amigos y de su Racing...

Y si antes mencionaba a grandes futbolistas de equipos rivales, a los que no olvido es a los míos. A Quique Setién, para mí y otros muchos sólo Quique, en lo más alto de mis altares. Con mención especial a Nando Yosu y sus milagros; y a los equipos de Marcelino y de Jabo Irureta. Y a Damas, Quinito, Ufarte, Zubiría, Arteche, Camus, Geñupi, Marcos Alonso, Verón, Sañudo, Chiri, Manolo Preciado, Alan Campbell, Rubén Bilbao, Morten Donnerup, Pereira, Pedraza, Piru, Pedro Alba, Isidro, José Ceballos, Gelucho, Benito Ballent, Geli, Quique Estebaranz, Gabi Schurrer, Mellberg, Zygmantovich, Esteban Torre, Billabona, Merino, Radchenko, Popov, Pablo Alfaro, Luis Fernández, Mutiu, Sietes, Bestchastnykh, Salva, Víctor Sánchez, Petete Correa, Garay, Mario Regueiro, Colsa, Munitis, Benayoun, Aldo Duscher, Amavisca, Javi Guerrero, Iván Marcano, Álvaro González, Sergio Canales, David Concha, Fede y Borja San Emeterio... y muchísimos más que defendieron este escudo con honor y entrega. A todos ellos los vi jugar, y me gustaría seguir añadiendo nombres muchos años más. Y poder contar anécdotas a mis nietos, como ya hago con mis hijas.

Arronti Racing

Aunque llueve o sople el Sur

Aguanta, viejo.

Volveremos

lunes, 25 de mayo de 2015

Y, de repente, temazo



St. Justice
Something you said to me
But I can't explain it
Something you said to me
I, I know you've asked it
Somehow you found me
The words are in motion
Somehow you found me
The words are in motion now

I, I got locked in myself
And I don't know what to do
There were dreams in my eyes
That now - Don't shine through

I'm beginning to feel that
You don't know what you do
Is it possibly true that motions
Get lost on you
Get lost on you

And you never grow up
And you never did see
The worlds coming down
Was crashing right upon me
Upon me And everyone knows
That you never go back
Cause you never did see
Cause we never attack
Forget me I'll forget you.


P.S. Gracias a Holden Caulfield por el descubrimiento de este tema en su blog. Bueno, y por tantas referencias interesantes siempre.

lunes, 9 de marzo de 2015

Morrissey - Everyday Is Like Sunday



Trudging slowly over wet sand
Back to the bench where your clothes were stolen
This is the coastal town
That they forgot to close down
Armageddon - come Armageddon!
Come, Armageddon! Come!

Everyday is like Sunday
Everyday is silent and grey

Hide on the promenade
Etch a postcard :
"How I Dearly Wish I Was Not Here"
In the seaside town
That they forgot to bomb
Come, come, come - nuclear bomb

Everyday is like Sunday
Everyday is silent and grey

Trudging back over pebbles and sand
And a strange dust lands on your hands
(And on your face...)
(On your face...)
(On your face...)
(On your face...)

Everyday is like Sunday
"Win yourself a cheap tray"
Share some greased tea with me
Everyday is silent and grey

P.S. Llevaba tiempo sin escucharla hasta que Javi colgó el vídeo en Facebook. Desde entonces la escucho casi todos los días, y me provoca una sensación extraña, que mezcla tristeza, melancolía y cierto subidón por la belleza de la música y de la voz de Morrisey.

domingo, 18 de enero de 2015

Siete años ya; un suspiro y una eternidad...


18 de enero, una de esas fechas que me nublan la vista. Uno de esos días en los que todo se me remueve por dentro. En los que me invaden sentimientos encontrados; en los que se me agita la respiración y se me encoje el corazón; en los que sonrío y lloro de manera intermitente; en los que busco imágenes bellas en mi memoria; en los que resuenan en mi cabeza conversaciones interminables, relatos infinitos, chistes buenos, malos y regulares, imitaciones desternillantes, canciones de los generos más diversos y, a veces, de calidad más que cuestionable... Una fecha grabada a fuego en el calendario, aunque me acuerde de ti todos los días. Todos y cada uno.

Siete años han pasado ya y me sigue costando mucho imaginar una vida lastrada por tu ausencia. Ese placer inmenso de ir a nuestra bella Cantabria siempre se me hace ahora un poco cuesta arriba. Y pocas veces logro evitar que los ojos se me pongan vidriosos cuando, tras dejar atrás la meseta palentina, se alzan ante mí los majestuosos farallones rocosos que nos reciben camino de casa. Me sigue gustando mucho ir, pero... no es exactamente lo mismo, no.

El otro día moría Stuart Scott de cáncer. ¿Qué quién es Stuart Scott? Pues un periodista americano. Una de esas caras que llevas viendo mil años en las Finales de la NBA. Cuando se descorchaban las botellas de champán, ahí estaba él para meter el micro y sacar esas declaraciones para la historia. Stuart luchó como lo hiciste tú: hasta el final.

Mucha gente piensa que el cáncer gana siempre la partida. Y eso no es así. Gana el que lucha. Gana el que da ejemplo. Gana el que nos hace sentirnos orgullosos. Stuart Scott lo dijo muy bien y muy claro: "Cuando mueres no significa que hayas perdido contra el cáncer. Vences al cáncer por cómo vives, por lo que vives y por la manera que vives. Así que vivid. Luchad duro y cuando te canses, túmbate, descansa y deja que otro siga luchando por ti". Nada más que añadir. Bueno, sí: se os sigue queriendo y vuestro recuerdo sigue presente entre muchos de nosotros.  

P.S.
Ayer salí a correr. Pensaba trotar media hora en plan suave, pero te tuve muy presente e hice un esfuerzo añadido. Como homenaje le pedí a mi cuerpo que fuera un poco más allá, como tú hubieras hecho. Siempre te recordamos como alguien incansable, capaz de correr hasta el infinito, ida y vuelta. Corrí una hora y dos minutos. Me hice 12 kilómetros. Y bien sabe Dios que nunca corrí ni tanto ni tan lejos. Hubo un momento, pasados los 40 minutos, en que sentí que mis piernas podían con todo; no eran del todo mías, eran un poco tuyas. Mi respiración era rítmica y sosegada y era el día para batir mis flojos récords. Siempre seré un troter, nunca un runner. La carrerita de ayer nunca la olvidaré. Suelo correr solo, pero ayer sentí que me hacías de liebre. No me hagas correr tanto que, aunque me apetece verte, aquí todavía tengo varias misiones que cumplir. Gracias por estar siempre a mi lado.