jueves, 8 de marzo de 2012

Quique Setién; bueno, para nosotros sólo Quique

A vueltas con los cinco de Messi (que mira que son goles), hoy me he acordado de aquella tarde en la que Quique Setién, bueno, para nosotros sólo Quique, le metió cuatro a Osasuna.

Yo estuve en los vetustos Campos de Sport de El Sardinero y salí levitando medio metro por encima del suelo. Claro, ese año el Atlético de Madrid se llevó a Quique por 60 millones de pesetas y nos dejó huérfanos de nuestro ídolo. En el Racing era sólo Quique; lo de Setién se lo pusieron en el Calderón para diferenciarle de Quique Ramos. Y para nosotros nunca será Setién, será Quique, el jugador con más clase que he visto en nuestro querido Racing, ahora herido de muerte.

Ídolo total, Quique. Recuerdo que el día que reapareció tras una lesión de ligamentos me intenté colar en el campo. No era complicado si eras astuto, rápido y sabías ver el hueco. Y lo logré. Acabé en la grada más lamentable del antiguo campo: grada sur. Ganamos 3-0 al Valladolid y Quique metió el tercero.

En esa época, a veces iba al campo sin entrada y tratábamos de entrar con el colegio (mi 'cole' está al lado del campo). Pero tenían preferencia los que jugaban en equipos de fútbol y yo era de balonmano (y encima de los malos del equipo, claro)... Si no había entrada, me acercaba con otro colega a ver si estaba Julio Santamaría en la otra esquina del estadio (el secretario técnico) y nos colaba, que para eso era colega del padre de un amigo...

Y si fallabas en ambas opciones pues a tratar de saltar la valla, la pegada a Feigón, la del norte, que no te pillaran y luego tratar de rebasar el acceso a alguna de las gradas. Complicado, pero posible.

Con cuatro años fui socio del Racing. Entonces vi jugar a Juanito con el Burgos, por ejemplo, o los melenudos del Atleti (Ayala, Becerra, Ovejero...). Luego mis hermanos lo dejaron y me quedé sin carnet. Y cuando crecí un poco me hice socio para evitar el estrés de ir al campo para nada.

He sido socio en la diáspora, sin poder ir a ver un partido, pero lo dejé. Y me arrepiento todos los años de no ser abonado. Aunque en cualquier momento eso se puede arreglar. Y me dará igual que el equipo esté en Primera, Segunda o Segunda B. Porque uno siempre seguirá siendo del Racing. Y se cuadre cuando recuerda aquellos momentos viendo la clase de Quique, en medio del aguerrido once que sacaba el Magu... Como dice el himno, "aunque llueva o sople el sur...".



P.S. Quique entrena ahora al Lugo, en Segunda B, y le va bien. Creo que acaba contrato en juno de 2012. Y pocas cosas me gustarían más que verle a él o a Preciado en el club del que nunca debieron irse. Aunque sé que es complicado y a pesar de que siempre te restriegan eso de 'segundas partes nunca fueron buenas'. Yo no lo creo.