viernes, 27 de noviembre de 2009

El paso del tiempo


El otro día me fijé en esta piedra que lleva muchas vidas entre nosotros. Está en la casa de mi pueblo. Lleva ahí desde siempre, pero pasa temporadas oculta por unas hortensias maravillosas que mi madre cuida y deja crecer a partes iguales. Ahora se la ve muy bien porque la poda de la planta -ya gigante- así lo permite, pero dentro de nada volverá a quedar ahí escondida. Un poco como el Guadiana. 

Por su aspecto, pienso que debió pertenecer a un viejo molino o algo así. Es redonda, tiene más de medio metro de diámetro y el musgo y alguna enredadera parecen querer tomar posesión de ella. Pero lo que no saben es que es inmortal y siempre seguirá ahí, viendo como los demás pasamos por la vida, mientras ella disfruta viendo jugar a los niños generación tras generación.

2 comentarios:

LITROS dijo...

Si parece de algun molino.

Peter Mihm dijo...

Lleva ahí toda la vida, pero desconozco el origen.