viernes, 30 de octubre de 2009

El ritual del que vive fuera


Hace años, cada vez que llegaba a Santander cumplía con un ritual: me bajaba del autobús, iba a casa, saludaba a la familia, y después bajaba al garaje, arrancaba la Vespa y me daba una vuelta por la ciudad. El destino siempre era el mismo; el de la foto. Me sentaba en un banco, respiraba a pleno pulmón, miraba al mar y pensaba en mis cosas. 

Con los años, decidí que ya que Madrid era mi nueva casa mi moto debía estar conmigo y me la llevé a la capital, pero los dos echamos de menos el salitre, la brisa marina fresca del invierno, ese horizonte que deja entrever el camino a Irlanda, y ese sol impagable que surge en cualquier época del año y que te permite vivir más en contacto con el océano.

Hoy he visto esta foto y me he acordado de ese momento, muchas veces íntimo y personal, y otras muchas compartido, con Barri o con Sofía, dos de mis tertulianos favoritos durante jornadas eternas de felicidad. Sin duda soy un tipo afortunado por vivir los momentazos que me han tocado en suerte.

P.S. Por cierto, sin noticias de Iván Niebla...

jueves, 29 de octubre de 2009

Enhorabuena, crack


Hay cosas que a uno le cuesta asimilar. Empecé a ver NBA en el año 81. Aquello era otro mundo. Una liga de mitos vivientes, de superhéroes, de atletas imposibles. Formar parte de ella era algo inalcanzable para los nuestros. Hasta que un elegido, un osado, un adelantado a su tiempo lo intentó. Le llovieron las críticas, sufrió lo indecible, pero logró el reto de estar allí cuando ser blanco y europeo era sinónimo de jugador limitado, lento, mecánico, con poco físico. Era Fernando Martín, un pionero, un fuera de serie, un grande.

Ahora, vemos a Pau Gasol y parece fácil ser campeón de la NBA, no digamos ya jugar allí. Pau tiene un anillo en su poder, ha jugado dos All Stars, fue Rookie del Año, está entre los jugadores que más camisetas venden dentro y fuera de Estados Unidos, es campeón de Europa, del Mundo, subcampeón olímpico... Y lo mejor es su humildad. No sé si "ese beso entregado al aire es para ti", que decía Radio Futura. Pero creo, lo quiero pensar al menos, que el gesto que hace antes de recibir su premio, de manos de David Stern, iba para Andrés Montes. Ya lo dijiste en tu página web demostrando tu hombría, tu humanidad: "E.T. te echará de menos". Claro que sí, de jugón a jugón.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Las Hurdes, la Ruta de Alfonso XIII

Esta fue la primera parada que hicimos camino de El Gasco, en Martilandrán. Las casas se agarran a la ladera de la montaña; las carreteras discurren como buenamente pueden por un terreno abrupto; y los montes quemados -gracias como siempre a la acción del ser humano- acompañan durante buena parte del camino antes de llegar al punto de destino. Sin duda el espectáculo paisajístico merece la pena. Con el llamado Volcán de El Gasco como punto final, aunque no subiéramos... Tengo que reconocer que me quedé con las ganas.

martes, 27 de octubre de 2009

Veo la imagen y no siento las piernas...


Algunos dicen que nunca veremos un truño como este, pero hace tiempo que dejé de creer en las buenas palabras de nuestros políticos... El paisaje de la Bahía, el Pico Llen, el Pico de Solares... no puede ser más sugerente. Recuerdos de muchos años, miles de días y nunca dos iguales. Un paisaje asociado a la figura de Barri; pintado por su padre, pintado por él, pintado -o mejor aún, grabado– en mi alma de tanto hablar de él y de tanto compartirlo. Sé que esta imagen es, de momento, sólo un montaje, pero es verlo y ponerme enfermo.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Zenaida Manfugás, la madre de Andrés Montes


Cuenta Quique Peinado, en Marca.com, que Zenaida Manfugás dejó a su hijo Andrés "criarse con Lore, un ama de cría, mientras ella recorría el mundo de recital en recital. Cuando su madre biológica volvió a buscarlo, ya adolescente, Montes la rechazó. Lore era su madre". Andrés siempre contaba que "cuando ella viene a España, la Reina va a los recitales"...

La pianista vino a España en 1952, becada por el Ministerio de Asuntos Exteriores, y vivió en Madrid hasta 1958. En la capital permaneció bajo la dirección de Tomás Andrade de Silva en el Real Conservatorio Superior de Música. Andrés tenía dos años cuando ella decide emigrar para así seguir con su carrera musical... 

El también pianista Alberto Joya comenta que Zenaida tiene una "fisonomía que no es la ideal para el piano por así decirlo, ya que es de estatura pequeña, extremidades cortas y mano no muy abierta. Estas circunstancias han hecho que desarrolle ciertas habilidades y formas de resolver los problemas de técnica que presentan las obras con una naturalidad poco común". 

Guillermo Cabrera Leiva, columnista del Diario Las Américas, comenta que en ella "además de su extraordinaria capacidad artística existe un carácter dulce, una inteligencia superior y una integridad moral digna de reconocimiento. Su espíritu no se complace en lo vulgar ni sus gustos se complacen con lo mediocre. Y ese superior nivel le ha dotado de una personalidad única, donde brilla la sencillez al mismo tiempo que se destaca un natural señorío muy revelador". Montes era igual en algunas de esas cosas, en especial en lo que atañe a huir de lo mediocre y en lo de personalidad única...

El parecido físico con su madre es evidente, como lo es el de Nelson (por Mandela) y Orson (por Welles), los dos hijos de Andrés. Viéndola tocar uno entiende mejor esa sensibilidad especial de nuestro desaparecido jugón al hablar de música, una de sus mayores pasiones.

Y viendo el espectacular modelito de doña Zenaida uno también entiende lo de la afición de Andrés por las pajaritas y la ropa llamativa. Pero de toda la historia lo que más me emociona es cuando la madre regresa a España a comienzos de los 70 y el pequeño Andresito no se deja llevar por los oropeles de la artista y permanece fiel a su ama de cría, a la que siempre se comportó con él como su verdadera madre.

P.S. Tengo metida la melodía en la cabeza y no hay manera de sacarla de ahí. Me parece una bella sintonía para recordar al mito.

lunes, 19 de octubre de 2009

Segóbriga, la antigua Roma a un paso


Dicen que en tiempos de Augusto, hacia el año 12 a. C., Segóbriga dejó de ser ciudad que pagaba tributo a Roma a ser un municipium, capital ya gobernada por ciudadanos romanos. Segóbriga creció rápidamente y fruto de ese auge son los edificios públicos y la muralla que hoy podemos contemplar. Está a poco más de 100 kilómetros de Madrid, en la provincia de Cuenca, y es de esos sitios que uno tiene la sensación de que está infravalorado.

viernes, 16 de octubre de 2009

El Meandro 'El Melero'

Hace un par de semanas estuvimos por Las Hurdes, zona dura, castigada por el fuego y por la sequía en los últimos meses. Aún así, la belleza de algunos de sus rincones nos deja imágenes como ésta, captada cerca de la localidad cacereña de Río Malo de Abajo.

Sin embargo, la imagen tampoco está nada mal cuando el río Alagón lleva agua. Seguro que a los ciervos que divisaron algunos les gusta más la segunda... (cada vez que veo un venado me acuerdo de Carlos y Barri en aquellas berreas míticas de hace años)

PS. Y una petición. Por favor, que la gente no suba en coche hasta el final. Lo peor de todo es el maldito polvo que levantan los que van sobre cuatro ruedas por la pista forestal. Dejen el vehículo abajo y caminen un poco, que merece la pena...

miércoles, 14 de octubre de 2009

Placer estético


El fin de semana pasado estuvimos en Valencia. La ciudad me agradó: amplias avenidas, muchos parques y jardines, buenas temperaturas... todo muy agradable. Pero sin duda toda la zona del Palacio de las Artes Reina Sofía, el Hemisfèric, el Umbracle, el Oceanogràfic, el Museo de Ciencias, el Ágora... me pareció impresionante. Desde el punto de vista arquitectónico es tremendo. Nos lo decía un taxista muy majete: "Antes, ésta era una ciudad de paso para el turista. Ahora es el destino final de muchos que vienen del extranjero y de cualquier parte de España".

Hacía años que no iba por la capital del Turia y tengo que reconocer que no han perdido el tiempo. La ciudad está irreconocible en determinadas zonas y se ha convertido en un destino de lo más apetecible para una escapada de fin de semana desde la capital.

miércoles, 7 de octubre de 2009

En recuerdo de nuestro querido Barri


Hace unos días recibí un mail firmado por alguien que decía responder al nombre de Iván Niebla. A mí me recordaba, por lo que decía, a otro amigo de hace un par de décadas, pero nunca me respondió a mis preguntas y sigo sin saber quién es... El caso es que me hizo recordar muchas cosas y me removió por dentro. Esto es lo que me contaba:

"Hola Pete. La verdad es que no sé por qué te escribo; bueno creo saberlo aunque no es una explicación muy lógica. Verás después de 20 años en los que separamos nuestros caminos, me vino a la mente el cálido recuerdo de aquel que durante mis años de adolescencia fue mi mejor amigo, un título que más tarde se ganó por derecho propio contigo y con muchos de los tuyos. Imagino que adivinarás que hablo de Barri... Así que tecleé su nombre completo en Google esperando encontrar sus dibujos o sus artículos sobre naturaleza y lo que encontré fue tu blog, que no pude dejar de leer hasta que, vencido por el sueño, me acosté a altas horas de la madrugada. 

Gracias a ti he recordado tantas cosas... la mayoría maravillosas, recuerdos de un grupo de chavales bien de los Agustinos, Escolapios, o que más da de dónde que tras salir de la facultad se acercaban en sus vespas al Sardi. Tertulias en playas en eternos veranos; recordé el Río de la Pila cuando no era un antro y los quinitos; los partidos de basket en Las Llamas; las hermanas Yllera y sus sucesoras las Pariente; el Panda negro de Carlitos Obregón; Kike Menéndez y sus bailes en la calle Panamá; Alciturri, al que por mucho que bebía nunca vi borracho y sus colegas el Churri (yo diría que era el Popotxo) y el Patata...

También recuerdo cuando Barri fue por primera vez a Los Ángeles. A su regreso hablándonos de aquella chica india de la que se enamoró. Sólo pensaba en regresar. En seguida os hicisteis amigos; creo que erais tal para cual. 

Tú siempre representaste para mí Santander; no un Santander cualquiera, sino aquel que ya entonces estaba desapareciendo y del que hoy para mi no queda rastro, un Santander con clase. Recuerdo que vestíamos con Levi's etiqueta roja, polo Lacoste -a ti te gustaban de manga larga-, los náuticos y el jersey a la cintura. Éramos buenos chicos de cole privado, tímidos con las chicas -mansos decíamos-. Nos encantaba sentarnos en alguna terraza y charlar de basket. Pasábamos los días de verano en la playa, jugando a las palas...

En fin. Gracias por tu blog. Lo seguiré a diario y seguiré rememorando aquellos maravillosos años y lamentando haberme separado de vosotros demasiado pronto; aunque las cosas, supongo, tenían que ser así. Fui uno de los miembros fundadores y viví momentos maravillosos en vuestra compañía y eso para mí es suficiente.

Hasta siempre amigo Pete; hasta pronto Barri...".

Fdo. Iván Niebla


Y yo añado. A escasos metros de la imagen que ilustra el post estaba mi Vespa; la misma que me espera a escasos 25 metros de mi ordenador en el Paseo de la Castellana. Han pasado 21 años de esta foto memorable que nos sacó Marina Bolado, pero hay muchas cosas que nunca cambian y este post así lo demuestra. Aunque al de la izquierda lo vea y no me reconozca en él (más pelo, menos kilos, pero la misma ilusión y las mismas ganas de hacer el bien)...

Por cierto, si alguien sabe quién es Iván Niebla que me lo diga, porque no le pongo cara.

sábado, 3 de octubre de 2009

Madrid 2020; esa sí que es mi corazonada...

Ayer el COI nos volvió a tomar el pelo con sus rotaciones continentales. Yo tenía una corazonada, la de ver a Ricky, Rudy Fernández, Xavi Rabaseda, Mamadou Samb, Marc Gasol, Pau Rivas, Sergio Llull, Alberto Jodar, Víctor Claver, Pere Tomás... levantar el oro al cielo -precioso cielo- de Madrid. Ahora estoy convencido de que hay que seguir en la lucha y decir ya hoy que vamos a por los JJ.OO. de 2020. ¿Para qué esperar?

En momentos así me acuerdo de Red Auerbach y su frase cuando un jugador que no metía una miró al banquillo y pidió el cambio: "Te cambiaré si dejas de intentarlo".