miércoles, 5 de noviembre de 2008

¡¡Jugón!!


No sé si es que ha vuelto el frío -y que el hecho de que anochezca tan pronto siempre me pusiera nostálgico-, pero estos días tristes han provocado que afloren los recuerdos a borbotones. Más aún de lo normal. 

Todos los días uno recuerda, visualiza imágenes, sufre, disfruta, piensa, llora, sonríe, sube, baja, vive... Esta mañana no he podido evitar sonreír al pasar por delante de un kiosco. En un estante se encontraba un fascículo de la miniserie de televisión El Pájaro Espino. He visto a Richard Chamberlain, el actor protagonista, y me he acordado de aquellas conversaciones con Medina en la que éste te comparaba -Barri-, con el cura católico Ralph de Bricassart.

Es cierto que había un cierto parecido físico; 'Medins' tenía ese talento para el parecido un tanto hiriente, con mala uva y buena dosis de gracia. Y tú te reías cuando él te lo decía. A fin de cuentas nosotros nos sabíamos reír de nosotros mismos y por eso las puyas del irónico vividor no nos hacían mella como a otros...

Leo en internet la sinopsis de la serie y dice que trata de "un ambicioso sacerdote con el corazón dividido entre su amor espiritual a Dios y al sacerdocio, y su amor terrenal y pasional a la bella e inocente Meggie Carson (Rachel Ward)". Y ahí ya no hay parecido que valga, al menos en la primera parte... Nosotros de sacerdocio, nada; y tú de amor terrenal y de carácter pasional, todo. Pocas personas han vivido tan de verdad como tú; muy pocas se entregaron a los demás de esa forma; y tu pasión por las cosas -por lo que tuvieras entre manos en ese momento- se nos ha quedado grabada a todos los que te conocimos.

Sabes que te rindo homenaje a diario. De hecho te escribo sentado en la misma silla en la que estaba cuando me enteré de las dos peores noticias de este año, mirando de reojo a la Castellana. Sigues presente en todo momento y eso es porque nunca te irás de nuestras vidas. Pero es jodido pensar que cuando te necesito no te tengo a cuatro horas de coche o a cinco tonos de teléfono. Lucho contra eso, pero no todos los días soy capaz de sobreponerme a la realidad. Me consuela saber que no soy el único al que le pasa. Cuando hablo con tus padres (a los que sabes lo mucho que aprecio), con Eva, con Carlos, con Javi, con Salva o con otras personas de tu entorno veo que somos legión los que sufrimos un día a día más vacío que el de hace un año. Y me apetecía decirlo, aunque a veces sea más importante sentirlo y nada más...

2 comentarios:

Edu_Rob dijo...

Acabo de leer todos tus últimos posts, y me he olvidado del puto día que he tenido hoy.

Un abrazo, Pet.

Peter Mihm dijo...

Gracias, Salva. Sé que siempre puedo contar contigo. Un fuerte abrazo.