jueves, 1 de diciembre de 2022

"Mira, mamá. Con rueda de repuesto"

Hay días en los que arranco la moto mientras los niños entran al colegio de al lado de casa. Y es curioso observar cómo les llama la atención una moto de hace 41 años. 

Lo primero porque es una moto roja, llamativa. Lo segundo, porque suena diferente a todas las demás. Lo tercero, porque es un modelo icónico, con unas líneas que quedaron atrás, pero que conservan su magnetismo y personalidad. 

Esta misma mañana ha habido un niño, que no tendría más de 7 u 8 años, y que iba de la mano de su madre, que al ver la Vespa ha dicho esa frase del título: "Mira, mamá. Con rueda de repuesto". Chúpate esa.

Pues es verdad. Parecerá una tontería, pero las Vespas de antes llevaban rueda de repuesto. Unos decían que era un incordio, que si al estar en un lateral la moto queda descompensada y se va para un lado al frenar, etc. Pero lo cierto es que cuando pinchas tienes la opción de cambiar la rueda y llegar a casa o a destino. 

Peor lo tienen, sin duda, los de las motos de ahora (y muchos coches), que si pinchan tienen que llamar a la grúa y buscar una alternativa para seguir ruta.

En mi caso, he debido de pinchar unas ocho o diez veces. Y siempre he podido cambiar la rueda y seguir. Bueno, alguna vez tuve que ir a la gasolinera más cercana a inflar un poco la rueda, al no tener la presión necesaria. Pero vamos, que la moto andar, andaba.

Y recuerdo aquella vez en que tardé un poco más en cambiarla... Entonces se me reventó la rueda delantera, la moto se clavó y yo salí -tras bonita pirueta en el aire- volando e impactando duramente contra el asfalto. Pero, eso sí, tras restañar mis heridas volví a donde dejé la moto, cambié la rueda y seguí.

Dicen que a estos vehículos no les queda mucho tiempo para poder seguir rondando. Yo sigo insistiendo en que aunque contaminarán algo más que los de ahora, son máquinas maravillosas, que escriben nuestra historia personal, que llevan muchos años a nuestro lado (en mi caso, 34 años) y que sin ellas la vida será mucho más triste y monocolor.

viernes, 18 de noviembre de 2022

La vida es mejor con temazos como este

Para mí, Crucemos el río es una canción que te acerca a la felicidad. Lo que hace Marcos Cao es gloria bendita, pero con este tema se superó. 

Hace tiempo le comenté que me haría inmensamente feliz llegar a escuchar a La Gradona de los Malditos, el fondo norte que anima como nadie en los Campos de Sport de El Sardinero, cantar alguna estrofa de Crucemos el río en algún partido de nuestro querido Racing. Le hizo toda la gracia. Para mí es como un sueño.

Y muchas veces, estando en el estadio, la he canturreado por lo bajini. Creo que la letra de este auténtico himno le va como un guante a nuestro equipo.


La gloria; dueños de nuestros momentos; saltemos muros; las útimas batallas han sido más que duras; no tiraremos la toalla; los últimos combates nos han dejado heridos, pero aún tenemos hambre de victorias... ¿Somos nosotros o no somos nosotros? Yo digo sí.

miércoles, 26 de octubre de 2022

No quiero que suene a despedida

Soy fan declarado de Marcos Cao y de La Sonrisa de Julia. La semana pasada estuve en un concierto de Marcos en la Sala Galileo Galilei y comentó que quería dedicarle ahora más tiempo a su otra pasión: enseñar Filosofía. 

El concierto fue maravilloso, con un público fiel entregado y un Marcos dándolo todo. Brindo por muchos más conciertos y muchas más canciones. Que no pare la música.

Este año he tenido la gran suerte de ver a Marcos en Morocco, Búho Real, Plea y Galileo Galilei. Cuatro conciertazos, cada uno con sus particularidades, unos por el tipo de escenario, otros por el acompañamiento de su banda o por colaboraciones aisladas en las noches acústicas. De todos ellos salí emocionado como un niño después de disfrutar muchísimo.

lunes, 3 de octubre de 2022

Gestionar el dolor

Leyendo Agua y jabón, de Marta D. Riezu, me topé con una gran fase de Joan Margarit en la que decía que hay que "convertir el dolor en tristeza. El dolor no se puede gestionar; la tristeza, sí". 

No cabe duda de que Margerit, fallecido en 2021, sabía de lo que hablaba. Fue poeta y arquitecto, una buena combinación para dar forma a lo que nace de dentro.

Y recordé tiempos duros en los que me resultó difícil seguir hacia delante y creo que esa fue una de las claves: que el dolor pasara a ser 'solo' tristeza. El dolor físico asociado a una pérdida uno no se imagina lo que es hasta que lo sufre en sus propias carnes. 

Cambiando de tema, tampoco está nada mal el arranque del libro de Marta D. Riezu: "Preguntaron a Cecil Beaton: ¿qué es la elegancia? Y respondió: agua y jabón". Parece fácil.

miércoles, 21 de septiembre de 2022

Aquí busqué muchas veces cierta paz interior

Recuerdo siempre 2008 como un año que me llenó de plomo para el resto de mis días. Se fueron dos de las personas más importantes de mi vida en pocos meses y no me fue nada fácil remontar el vuelo. De hecho, creo que nunca volví a ser como era antes. Pero en esta canción sí encontré cierta paz y me abrió un poco los ojos a la realidad que tenía por delante.



La vida sigue y hay muchas cosas por las que pelear y otras muchas más que disfrutar. No seamos aguafiestas. Este temazo de REM me sirvió por aquel entonces para sacar de dentro mucho dolor. Me hizo mucho bien. Me ayudó a no sentirme solo. A ser capaz de ver que así es la vida y que hay que seguir. Don't let yourself go!

Claro que todo el mundo llora y sufre. Y a veces todo sale mal y crees que todo te pasa a ti. Pero no, estamos en el mismo barco y lo fácil es darse por vencido y bajar los brazos. La vida es dura. 

Hay que dar las gracias por canciones como esta, que nos acompañan y dan tanta paz, que sacan esa pena que llevamos dentro.

P.S. Por cierto, ese "todos hacemos daño" no lo veo. Más bien "a todo el mundo le duele" o "a todos nos duele".

sábado, 27 de agosto de 2022

Así se cierra un verano

Con Marcos Cao y compañía, en el Plea (Loredo). Aquí, interpretando Tormenta y huracán. Maravilla total.


jueves, 11 de agosto de 2022

Creo que es necesario, ante cómo se está poniendo la cosa


P.S. Es flipante hasta donde llega la tontuna humana. Si vas al campo, vas al campo. Quédate en casa si no te gusta. En tu propio beneficio y en el de los demás.

miércoles, 13 de julio de 2022

No todos los días...

No todos los días ves a una sobrina debutar con la selección. Pues eso es lo que ha hecho esta semana mi sobrina Guiomar, debutar con la selección sub16 de hockey hierba



 

Primer partido, titular y victoria ante Irlanda por 5-0. Y uno, claro, no puede estar ni más emocionado ni más orgulloso.

P.S. Y no todos los días se tiene la oportunidad de ir a ver disputar ¡¡una final!! Y allí estuvimos.

sábado, 4 de junio de 2022

Nuestro querido planeta azul

El ser humano siempre ha pecado de soberbio. Hasta tal punto que el discurso que más escuchamos a nuestro alrededor es ese de que "nos estamos cargando el planeta". Pero, ¿se puede ser más miope?

Que cometemos auténticas barbaridades desde hace siglos está claro. Que hemos ayudado de manera decisiva a la desaparición de especies y a la destrucción de hábitats, también. Que somos unos depredadores tremendos no lo vamos a negar. Pero que vayamos a destruir el planeta, como que no.

Para empezar porque somos una especie que desaparecerá. Pasarán miles o millones de años para que eso suceda. O menos, los que nos estén reservados. Nosotros ya no estaremos aquí, pero el planeta, sí. Con los océanos llenos de plásticos. Con el aire irrespirable. Como sea. Pero seguirá girando y se repondrá.

Los que no nos repondremos seremos nosotros, que nos habremos cargado la mejor versión del planeta que teníamos reservada para vivir y ser felices. El ser humano será apenas una mota de polvo en la historia del sistema solar.

La Tierra vio cómo se extinguían los dinosaurios. Sobrevivió al choque de meteoritos. Encajó las mil pruebas nucleares y las guerras de su habitante más prepotente. Y, con o sin nosotros, seguirá con su azul maravilloso, dando vueltas al Sol. 

Quizá en cualquier momento nuestro maravilloso inquilino se harte de nosotros y nos dé por finalizado el contrato de alquiler. A fin de cuentas somos un pésimo cliente que te estropea el parqué, hace agujeros en la pared, deteriora el inmueble y no cuida de las zonas comunes.

Dentro de millones de años, otra civilización descubrirá unos esqueletos enclenques del homo erectus (igual por entonces ya homo enchepadus) y los expondrán en un museo a miles de años luz. Todo un meme.

miércoles, 4 de mayo de 2022

De bien nacidos...

Tengo la suerte de tener mi localidad en el campo del Racing muy cerca de donde se ponen Quique Setién y Esteban Torre. El primero fue desde siempre mi gran ídolo. Pero lo que ha hecho en los últimos años Esteban es de quitarse el sombrero. El domingo disfrutó muchísimo viendo a su hijo ascender a Segunda. 

Terminó el partido y se quedó en su localidad. Solo. Viendo la celebración. Estaba yo ya para irme y no pude evitar volver sobre mis pasos y acercarme a él. Le felicité y le agradecí todo lo que ha hecho por el Racing. Y le deseé que a Pablo le fuera muy bien. 

No me gusta invadir la intimidad de los demás, pero el domingo no pude evitar ese impulso. Y es que hay mucho que agradecer tanto a Esteban Torre, del que siempre fui muy fan, como a Pablo, del que me declaro defensor acérrimo. Ellos son el Racing. Gracias a los dos, de corazón.

*Post que recoge tres tuits publicados después de lograr el ascenso a Segunda.

P.S. Mi hermano mayor estuvo atento y capturó el momento.  



viernes, 22 de abril de 2022

Adiós, Salvatore Di Vita; adiós a Jacques Perrin

Leo que ha fallecido Jacques Perrin, el actor que dio vida al Salvatore Di Vita adulto de Cinema Paradiso (1988). Y algo se me ha removido en el interior. Nos ha dicho adiós desde su París natal a los 80 años, esa edad como entre ni muy pronto ni muy tarde.

Cuando se nos van estas personas que interpretaron papeles que nos marcaron se llevan algo que también es nuestro. Esos recuerdos emocionados. Aquellas lágrimas furtivas, derramadas en el cine o en el salón de casa. 

Es imposible no recordar aquellas imágenes de Toto, tras regresar de su Giancaldo natal, viendo los recortes guardados y montados por Alfredo y con la música memorable de la banda sonora de Ennio Morricone. Una música que forma parte de mi ADN. Una sintonía a la que he acudido miles de veces para encontrarme a mí mismo o buscando un lugar seguro.

Ese desenlace emotivo de Cinema Paradiso, visto docenas de veces, nos recuerda a lejanos años de juventud, a primeros amores, a veranos interminables, a años muy felices vividos de verdad. Sí, la inevitable nostalgia. Esa eterna trampa que nos tiene muchas veces secuestrados (felizmente, en ocasiones), queriéndonos hacer ver que cualquier tiempo pasado fue mejor.

Y hoy se me tuerce un tanto el gesto, sí. Hoy vuelvo a ver a Totó en la pequeña sala de cine para pases privados viendo la cinta póstuma regalo de Alfredo. Y resuena con fuerza en mi cabeza el último consejo del maestro al discípulo: "Hagas lo que hagas, ámalo".

martes, 5 de abril de 2022

Marcos Cao: 'Crucemos el río'

Lo que son las cosas. Llevaba tiempo sin escuchar este tema de Marcos Cao. Lo tocó el su concierto en la sala Morocco el pasado 26 de marzo y, desde entonces, me cuesta dejar de escucharlo. Temazo total.

martes, 22 de marzo de 2022

Y la fealdad de determinados comportamientos

Venía hoy en autobús al trabajo y volví a confirmar que si antes ya íbamos mal, ahora en este aspecto vamos aún peor. Me refiero a esa mala costumbre de sentarse en el asiento del pasillo y dejar vacío el de la ventana.

Lo venimos viendo desde siempre. Es cierto. Pero creo que es algo que tras el coronavirus se ha extendido ya de una manera completa y absoluta. Hasta tal punto que hoy el autobús iba medio vacío, pero con mucha gente de pie. 

Se puede entender que haya quien prefiera ir de pie manteniendo una cierta distancia, pero eso debe ser una opción. Y cuando ves ese primer asiento ocupado, al personal parece que le da cierto reparo pedir si le dejan pasar para acomodarse en el de la ventanilla. Sí, es violento y te da la sensación de que estás molestando, cuando en realidad es la otra persona la que te está haciendo pasar por una situación engorrosa. Es él o ella (mira, hoy eran todo mujeres) quien no está haciendo las cosas bien.

Si antes ya era incómodo, ahora, encima, parece que es que no quieres respetar el espacio perimetral de esa persona. Sí, está legítimamente sentada en su sitio, pero no hay razón para que te puedas sentar a su lado con tu mascarilla bien puesta. Las ventanillas están abiertas. Corre el aire. Y la situación no es la de meses atrás.

Pero es que el derecho a sentarse es igual para todos. Y si te incomoda que se te siente alguien al lado o quédate de pie o cambia tu manera de viajar. Sí, vete andando o en limusina, si no te gusta mezclarte con gente que utiliza el transporte público.

P.S. Hoy iba sentado en ventanilla y se me ha sentado al lado una chica. Se confirma que aquí (en Madrid) no se saben usar los paraguas. Me lo ha clavado en el tobillo izquierdo al irse a sentar. No se ha dado cuenta, pero me he sentido como un toro sometido a la suerte de varas.

lunes, 28 de febrero de 2022

La grandeza de los pequeños gestos

Tengo claro que de estos tiempos pandémicos muy pocos son los que han salido mejores. Los habrá, por supuesto, pero lo normal es que no te los encuentres. La educación ha ido a peor, y el mal humor y la máxima exigencia hacia el prójimo conquista nuestra calles.

Me llama mucho la atención la cantidad de gente que caminando por la ciudad no modifica su trayectoria. Parece que les da igual chocarse contigo. En mi caso son unos 90 kilos que pueden provocar que te hagas daño o incluso que te vayas al suelo. Pero todo apunta a que se asume ese riesgo o... se confía en mi educación. 

Va ganando ese segundo aspecto, porque no tengo problema alguno en variar mi rumbo, echarme medio metro a un lado o, incluso, pararme o bajarme de la acera para dejar paso. 

Pero debo ser raro, porque incluso cuando voy cargado con varias bolsas de supermercado el que viene de frente no parece dispuesto a ceder ni medio centímetro. Faltaría más. 

Con este panorama, uno cada vez valora más la grandeza de los pequeños gestos. Como el de quien levanta un poco la mano o hace un ademán de agradecimiento con la cabeza cuando se le deja cruzar en un paso de peatones. Debería ser algo cotidiano, pero no. Es algo que se ha convertido en excepcional.

Por eso se me dibuja una sonrisa cuando alguien me deja pasar, a mí, modesto peatón. O cuando voy en moto y me detengo ante el paso de cebra y el viandante me agradece mi acción. De verdad, ¿cuesta tanto? ¿Nos hemos vuelto así de rácanos y miserables? 

Eso parece. Algunos cruzan por delante de ti y su rictus parece decir: "Es tu obligación parar". Y ni te miran, claro. O cruzan a paso de tortuga, como si te estuvieran castigando.

Me viene a la cabeza el proverbio escocés que dice que "una sonrisa es más barata que la electricidad y da más luz". Y pienso que ese personal tan amargado bastante tiene con aguantarse 24 horas al día.

Y también pienso que es que igual yo también me he vuelto muy quisquilloso. Y me digo aquello de "exígete mucho a ti mismo y espera poco de los demás; así te ahorrarás disgustos", parafraseando a Confucio, que ya se debió de enfrentar a un personal no muy agradable hace ya más de 2.500 años.

martes, 18 de enero de 2022

El 18 de enero siempre me invita al recuerdo

Catorce años hace hoy. Es mucho tiempo, sí. Y no es nada, no. Han cambiado muchas cosas. De hecho parece que el mundo se volvió loco. A veces digo que tengo la sensación de acabar de despertar de un coma de todas las cosas que veo y no entiendo o que al verlas hacen que me explote la cabeza. Pero el 18 de enero siempre me lleva a ti.

Hoy he releído algunos de aquellos textos que escribieron amigos tuyos. Líneas sentidas que me llegaron por mail, al móvil o a través de este blog. Llamadas de teléfono en las que compartíamos todo lo que nos habías dado, como algo terapéutico, para sacar de dentro todo el dolor que nos abrasaba y rompía.

Y en ti encuentro la calma. La tristeza también, pero esas lágrimas que siempre saca tu recuerdo me templan, me sosiegan y me ayudan a valorar la gran suerte que fue conocerte y poder disfrutar de tu amistad.

Te echo de menos todos los días, amigo. Y espero seguir haciéndolo muchos años más. Gracias, Barri.

lunes, 17 de enero de 2022

No todos los días se ve a Marc Gasol en LEB Oro

Ayer tuve la suerte de ir a ver al Movistar Estudiantes contra el Bàsquet Girona en LEB Oro. Buen partido, gran ambiente y la presencia de dos campeones del mundo y varios exACBs. Ganó el Estu por 88-80 en un partido competido, pero lo mejor fue ver en acción a Marc Gasol.

Marc es el presidente del equipo gerundense. Dirige y juega. A punto de cumplir 37 años, la sensación que da es que sigue teniendo juego para seguir en la élite algún año más.

En el WiZink, el mediano de los Gasol terminó con 23 puntos (6 de 9, 3 de 3 y 9 de 12), 12 rebotes y 4 asistencias, en 33 minutos (+5). Partidazo.

No fue suficiente porque enfrente estuvo un Estudiantes con otro campeón del mundo, Javier Beirán, que cuajó un partido sobresaliente con 17 puntos (6 de 7, 1 de 3 y 7 de 10), 14 rebotes y 4 asistencias, en 25 minutos (+8).

Edwin Jackson (18, 4, 2 y 1), Kevin Larsen (13, 2 y 3), Nacho Martín (9, 7 y 2), Máximo Hugo Fjellerup (16, 3, 5 y 1) y Josep Franch (12, 4, 2 y 3) fueron los más destacados en un choque en el que el WiZink Center registró una buena entrada con más de 7.000 espectadores.