Bajo al centro. Doy un paseo por esas calles familiares, asociadas a una infancia lejana y muy feliz. Me siento en casa. Lo estoy. Bajo por Lope de Vega. Algunos locales ya no son lo que eran; otros vuelven a ser lo que fueron. Curioso. El eterno retorno, el viaje a ninguna parte...
Me fijo en las caras de la gente, recuerdo motes de personas a las que igual hace 20 años que no ves o no saludas. Te acuerdas de alguna escena de Cinema Paradiso; aunque aquí uno no haya vuelto tras triunfar fuera ni nada por el estilo. A fin de cuentas yo vuelvo a casa una y otra vez y así será siempre. Pasa a tu lado el Chino, pasa a tu lado el Cuerpo, ves a Santiagón, te atiende en un comercio una dependienta que te suena de la Universidad, te das cuenta de que le suenas, se da cuenta de que te suena... Nada más.
Uno no busca a nadie, pero se encuentra con muchos recuerdos. Incluso con personas que no esperaba encontrar, que viven al otro lado del planeta, y que en dos palabras te dan más que muchos en años. "Me acuerdo de él todos los días", te dice. "Me pasa lo mismo", añades. En ese momento dos almas se funden en un homenaje conjunto y merecido a un ser de leyenda.
Casi tres semanas en nuestra ciudad. 20 días contigo clavado en el alma. Imposible dar un paseo por esas calles nuestras sin tener la plena convicción del encuentro inesperado, como siempre fue. Imposible no sentirte detrás de cada esquina. Imposible reír y llorar al mismo tiempo cada vez que te recuerdo.
4 comentarios:
Enorme Pet. Me ha encantado.
Gracias, fenómeno.
Te pongo otro "enorme". Un abrazo.
Ayer fue el cumple de Barri. Y como siempre hacíamos, nos felicitábamos con un día de retraso...
Gracias por todo, Borin, Eres un auténtico monstruo.
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