lunes, 18 de enero de 2021

Trece años ya


El tiempo no corre, vuela. Hoy se cumplen 13 años sin ti. Me parece imposible, tío. Y me lo parece porque sigo teniendo las mismas reacciones ante determinados impactos. Hoy repasaba fotos de las míticas y vídeos de Carlos y he pasado del llanto a la risa de manera constante, sin filtro. 

Y es que hay cosas que son imposibles de dejar atrás. Aunque sepamos que no queda otra que mirar al frente y tirar. Pero tengo claro que la vida era mucho mejor cuando recorríamos juntos los mismos caminos. 

Trece años son un mundo, sí. Y en ellos han pasado muchas cosas. Fliparías con lo que hemos vivido solo este último año. Muy fuerte todo. Y me acuerdo de Gomaespuma y aquella frase de "cuando Dios aprieta, ahoga pero bien". Aún así soy de los que pueden dar gracias.

Llevo varios días rememorando aquel durísimo enero de 2008, el peor año de mi vida de largo. Y he tenido sensaciones parecidas como aquella bajada en la fuerza previa a tu marcha. Ahora mismo te siento a mi lado y los escalofríos me recorren de arriba abajo. No, no hace falta que enciendas una luz. No me hacen falta más señales.  

Me sigue alucinando esa conexión contigo. Y no, no estoy como una puta cabra. O igual un poco, pero creo que tengo una salud mental aceptable. Me gusta recordarte, aunque no pueda evitar que cada 18 de enero se me parta en dos el alma. Te quiero, tío.

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