Aplícate el cuento...
En mi caso, en dos años y un par de semanas no podré circular ya con mi querida Vespa. Y no es que me dé pena, es que se me parte el alma después de más de 30 años juntos.
Habrá que ver si se da alguna solución o se permite la homologación de esos vehículos si se optara por ponerles motor eléctrico, por ejemplo. Aunque conociendo cómo funcionamos en este tipo de cosas seguro que todo son problemas y dificultades.
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