miércoles, 17 de febrero de 2010

No me riñas, Toñín...


Ayer recibí un mail de uno de los grandes, Toño. Gran amigo, gran persona, gran jugador de basket, gran vacilón y peligro público número uno cuando pilota -él no conduce- por nuestras carreteras. Empezaba su mail diciéndome que no iba a entrar 'nunca mais' en mi blog porque -decía- le entra la 'depre'. Reconozco que así de primeras me dolió. Lo último que uno quiere es hacer que prevalezca lo triste sobre lo positivo. 

Es cierto que aquí abunda el tinte nostálgico, pero sólo como recuerdo de todo lo bueno que hemos vivido. Así que seguí leyendo y me di cuenta de que el efecto logrado en Toño era el adecuado. Decía que su vida actual era plena y que "siempre quedará el recuerdo de esos tiempos maravillosos. Cuando estábamos en ellos quizás no lo apreciáramos tanto como ahora. Somos muy afortunados".

Bingo, Toñín. Me considero un tipo super afortunado por haber conocido a gente tan maravillosa como todos vosotros, en general, y como tú, de manera muy especial.

En esta vida tan complicada, hay que mirar hacia adelante para no perder el sentido de la realidad. Pero poder mirar hacia atrás y sentir lo que nosotros sentimos, no tiene precio. Un fuerte abrazo.

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