lunes, 21 de septiembre de 2009

La Maruca

El día no era de los que invitan a pasear, pero ver esa estatua del marinero con su chubasquero amarillo siempre me anima. Además, la brisa fría, el ruido del viento y del mar, y las gotas de lluvia sobre la cara son un motivo de disfrute cuando uno sale de Madrid, aunque se prefieran unos rayos de sol de esos que tan bien nos sientan... 



Y recuerdo una pegatina que llevaban algunos coches (tipo 124 o 1.430) cuando era pequeño -hace de eso más de 30 años-: "Te espero en La Maruca, chatuca". Me parto.

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