No me gustan nada los deportistas prepotentes, sean ganadores o no. Y ese es el caso de Lance Armstrong. No le discuto su mérito, ahí está su historial y su ejemplo de lucha contra la enfermedad, pero no me gusta, no me cae bien.
Alberto Contador le está dando una lección tras otra sobre el asfalto; y él sólo sabe malmeter con declaraciones que buscan la escusa y el mirar para otro lado, cuando lo que está claro es que el español es el mejor de largo.
Y Greg Lemond siembra un mar de dudas sobre Contador y se pregunta: "¿Un corredor con agua del grifo puede lograr la velocidad de ascensión y la potencia producida en Verbier?". No señor Lemond, no. Con agua del grifo y con mucho trabajo y sacrificio.
Sólo puedo decir que Contador pasará muchos controles antidoping este año y son ésos los que tienen que determinar la limpieza de sus éxitos. Las declaraciones de Lemond no hacen sino arrojar más mierda a un deporte en el que el ciclista es el más débil. Aunque está claro que si entre bomberos se pisan la manguera, mala cosa.
Yo siempre creí, y creo, en el principio de inocencia. En el ciclismo parece que uno además de ser inocente tiene que ir demostrándolo todos los días. Y eso no es así. El deportista es inocente hasta que un control demuestre lo contrario. Pero no, ahí está Valverde, sancionado sin haber dado positivo.
Pues eso, ni Armstrong, ni Lemond dan el perfil de gran campeón que siempre ofreció el gran Miguel Indurain. Y eso, en la carretera, sudado, vestido de calle o en pijama...
PS. Ayer Alberto Contador logró su segundo Tour de Francia. Armstrong no brindó con él, no le miró a la cara, no sonó en su momento el himno de España en honor del vencedor. Pero todo eso no hace sino engrandecer al gran deportista que es Alberto Contador, que ha pasado las de Caín, como hace cinco días cuando antes de la crono que ganaría se dio cuenta de que le habían dejado colgado en el hotel. El hermano del corredor tuvo que llevar al campeón en su coche particular...
4 comentarios:
Nunca me gustaron ganando, así que perdiendo ni te cuento.
Normalmente uno se retrata mas cuando gana que cuando pierde, en todos los deportes.
Si nunca supistes ganar, je,je... perder...
Así es, el que no tiene categoría lo evidencia con esa falta de humildad.
Parece mentira, pero Armstrong parece no haber aprendido nada de la vida después de pasearse por el filo. Una pena.
Muy buen post,Pete.
Contador ha dejado muy claras las cosas al declarar hoy tras cruzar la línea de meta en el Mont Ventoux, que en este Tour ha tenido que correr 2 carreras,la de la carretera y la del hotel.
... pero lo bueno es que ha ganado las dos. Y Armstrong está pagando su prepotencia. Espero que el año que viene, con su nuevo equipo, hecho a medida, se vuelva a estrellar y vea como Contador le enseña el culotte una y otra vez.
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