Jamming, visite nuestro bar (el bar de Barri)

Barri y yo nunca tuvimos una especial inclinación por el gremio de la hostelería, no. Pero sí que muchas veces hablamos de que si pusiéramos un bar lo llamaríamos Jamming o El Jamming. Buena música, ambiente relajado y lleno de amigos. Cada vez que escucho esta canción me acuerdo de aquel proyecto mental.

Jamming es un temazo del gran Bob Marley, uno de nuestros favoritos, y que uno asocia al verano como ninguna otra cosa. Quizá porque estar tirado en la playa escuchando al astro jamaicano es uno de los mayores placeres que uno puede disfrutar. Decía Ana Ozores en La Regenta que "vivir es el placer de vegetar al sol". Premio para la bella dama. Lo clavó.

Barri era un animal playero, como lo éramos un poco todos cuando nuestros veranos eran de casi cuatro meses... No puedo, ni quiero, olvidar aquellas jornadas eternas de playa hasta las ocho de la tarde. Luego, duchita, merienda-cena y a dar la cara por la noche envueltos en un mar de risas y conversaciones motivantes.

Ahora veo el sol detrás de la ventana madrileña. Veo también las webcams santanderinas y hay gente paseando por El Sardinero, aprovechando la marea baja (ideal para entrenar el relevo del 4 x 100 de la DDR, que diría Enorme). El mar está en calma; Mouro no sufre el empuje de las olas; es un buen día para bucear. Y es una jornada para recordarte, para echarte de menos, como cada día, pero al menos con el beneplácito del buen tiempo; ése que nos pone en paz con nosotros mismos. Hoy te recuerdo al ritmo del reggae, Rasty, amigo eterno, hoy volveré a llorar por tu ausencia y hoy volveré a ser feliz por tu presencia en mí.