Pues son los días que hace que nos faltas, con sus noches, con todas y cada una de sus horas, con todos y cada uno de sus minutos y sus segundos. Este tramo del año se me hace siempre muy cuesta arriba. Tu recuerdo se me hace, aún, más presente. Suelen ser tiempos de nuevos propósitos, pero siempre se llenan de añoranzas de tiempos pasados; incluso lejanos.
Decía hace poco un amigo común que el otro día te había visto; que apareces disfrazado en personajes cotidianos. Y es verdad. El otro día vi tu sonrisa viniendo al curro. La llevaba puesta un chico de edad indeterminada. Hoy he visto tus andares en un chico que caminaba como tú, con esa cadencia como de bote y medio tan característica. Otras veces he visto tu inigualable mirada chispeante, pero en su versión amateur, claro.
Y hay cosas que no cambian: cada día te siento a mi lado. Me sube un escalofrío por el cuerpo, de abajo arriba, y esa descarga termina en unos ojos vidriosos. Se te echa de menos, pero tu presencia inunda todos y cada uno de mis paisajes favoritos.
Blog sobre sentimientos, amigos y recuerdos. Un espacio para sacar de nosotros lo mejor que llevamos dentro. El lugar donde rememorar a Barri es casi una obligación, además de una devoción. Y como dice la bendición irlandesa: "Que el viento sople a tu espalda, que el camino salga a tu encuentro, que el sol entibie tu cara, y hasta que volvamos a encontrarnos, que Dios, el amor, o en quien tú creas, te sostenga en la palma de su mano". Que así sea.
miércoles, 18 de enero de 2012
viernes, 13 de enero de 2012
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