Blog sobre sentimientos, amigos y recuerdos. Un espacio para sacar de nosotros lo mejor que llevamos dentro. El lugar donde rememorar a Barri es casi una obligación, además de una devoción. Y como dice la bendición irlandesa: "Que el viento sople a tu espalda, que el camino salga a tu encuentro, que el sol entibie tu cara, y hasta que volvamos a encontrarnos, que Dios, el amor, o en quien tú creas, te sostenga en la palma de su mano". Que así sea.
jueves, 28 de julio de 2011
Energía y sentimientos a borbotones
Hace un rato he estado hablando de ti con una compañera del curro. Su chico es primo tuyo. Me ha activado esa espita siempre latente y se me ha disparado el corazón. Se me han puesto los pelos como escarpias y te hemos recordado con emoción y sentimientos desbocados. Es decir tu nombre y las emociones explotan, los recuerdos se salen por los poros de la piel y recibo una especie de descarga eléctrica que puede con todo, que no sé ni de dónde viene ni a donde va... Sé que eres tú, tu energía, esa que siempre nos transmitiste y que desde donde estés aún eres capaz de hacernos llegar. Siempre en mi corazón, Barri, siempre.
domingo, 24 de julio de 2011
miércoles, 20 de julio de 2011
... y seguimos probando
jueves, 14 de julio de 2011
martes, 12 de julio de 2011
miércoles, 6 de julio de 2011
Oyambre magnético
No cabe duda de que Oyambre es un sitio de esos que no te deja indiferente. El paisaje está muy por encima de ser maravilloso, la historia parece tener una cita siempre con este lugar en el que hace 82 años aterrizara El Pájaro Amarillo, el primer vuelo europeo que lograba la hazaña de cruzar el Atlántico sin escalas.
Ahora la noticia que llega de Oyambre nos viene por mar. Un cetáceo, aún por determinar de qué familia, lleva varios días frente a la playa. Dicen que es un ejemplar de unos siete metros, quizá un poco grande para ser un calderón. Y de tamaño pequeño para ser un rorcual adulto. Nadie se pronuncia aún sobre esto, pero lo cierto es que es lo de menos y que son muchos los curiosos que se acercan para contemplar la belleza de un animal así. En Oyambre tenía que ser...
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