Pasa el tiempo, pero no pasan algunas sensaciones. Pasan los días, las semanas, los meses y hasta los años, pero el recuerdo de tantas cosas sigue ahí presente a cada momento. Llevo tiempo sin escribir. Son etapas. El dolor, deja paso al vacío, vuelve el dolor..., pero nunca se cae en el olvido aunque pudiera parecerlo en un vistazo superficial.
El otro día vi una sonrisa que me recordó a ti. No sabría decir a ciencia cierta si era hombre o mujer. Simplemente era. El resto qué más da. Me sirvió para echarte de menos, para evadirme del hoy y visitar el ayer.
«Añorar el pasado es correr tras el viento», dijo alguien. Falso; o no del todo cierto. Es bonito añorar tiempos felices. Lo que no se puede es sólo vivir de recuerdos, pero estos ayudan -y mucho- a ser fuerte y a enfrentarse al día a día.
El otro día vi una foto tuya que me encanta y te sentí a mi lado. Me acordé de lo que me contó tu amiga Vebina. De aquel episodio en el que las luces de su casa californiana se encendieron solas y ella tuvo una sensación peculiar de cercanía. Te sintió a ti. Me recorren escalofríos por todo el cuerpo al recordarlo, pero me gusta sentirlos...
Blog sobre sentimientos, amigos y recuerdos. Un espacio para sacar de nosotros lo mejor que llevamos dentro. El lugar donde rememorar a Barri es casi una obligación, además de una devoción. Y como dice la bendición irlandesa: "Que el viento sople a tu espalda, que el camino salga a tu encuentro, que el sol entibie tu cara, y hasta que volvamos a encontrarnos, que Dios, el amor, o en quien tú creas, te sostenga en la palma de su mano". Que así sea.
jueves, 30 de junio de 2011
martes, 21 de junio de 2011
Probador de playas
Cerca de Corralejo, Playa Alzada.
Playa de la Barca.
Playa de Sotavento.
Playa de Costa Calma.
Playa de Cofete.
No se me ocurre mejor profesión... Life's a beach!!
martes, 14 de junio de 2011
lunes, 6 de junio de 2011
Rafa, siempre en lo más alto
Rafa sigue en lo más alto, luchando contra los rivales, contra ese 'magnífico' público francés que no le perdona ser junto a Borg el que más títulos ha levantado, y un poco contra sí mismo y la tremeda dureza de ser número 1 y tener que defender la perfección de años anteriores. La dificultad de este último Roland Garros sólo debe servir para darle el valor real que tiene ganar el título más importante sobre tierra nada menos que en seis ocasiones.
Los ánimos desenfrenados hacia el gran Roger Federer –en la misma línea que ante Issner, ante Soderling, ante Murray...–, más propios de un partido de Copa Davis que de un Gran Slam, dejan a cada uno en su sitio. En pocas pistas se ve aplaudir un fallo del rival como en la Philippe Chatrier. Pero Nadal es un número 1 absoluto. Nadie sabe ganar cómo él. Es un arte muy complicado que él domina a la perfección.
Ayer, lo humano habría sido dedicar al numeroso sector anti-Nadal un 'os jodéis' o algo similar. Una persona controlada habría mandado un mensajito más o menos subliminal: "Hoy he ganado a pesar de vosotros y el odio que me tenéis". Pero Rafa es un semidios hasta en eso y fue capaz, incluso sonando sincero, de dar las gracias al público por su apoyo (¿?).
Carlos Moyá dio en la diana por completo: "Admiro que a Nadal le queden ganas de dar las gracias al público". Pues eso, admiración. Como tenista, como persona, como ganador, como perdedor, como analista de sus partidos, como personaje irrepetible.
P.S. No ha sido este el año de Pau Gasol, pero si algo define la carrera de los más grandes es su capacidad para reinventarse y volver a la cima.
Los ánimos desenfrenados hacia el gran Roger Federer –en la misma línea que ante Issner, ante Soderling, ante Murray...–, más propios de un partido de Copa Davis que de un Gran Slam, dejan a cada uno en su sitio. En pocas pistas se ve aplaudir un fallo del rival como en la Philippe Chatrier. Pero Nadal es un número 1 absoluto. Nadie sabe ganar cómo él. Es un arte muy complicado que él domina a la perfección.
Ayer, lo humano habría sido dedicar al numeroso sector anti-Nadal un 'os jodéis' o algo similar. Una persona controlada habría mandado un mensajito más o menos subliminal: "Hoy he ganado a pesar de vosotros y el odio que me tenéis". Pero Rafa es un semidios hasta en eso y fue capaz, incluso sonando sincero, de dar las gracias al público por su apoyo (¿?).
Carlos Moyá dio en la diana por completo: "Admiro que a Nadal le queden ganas de dar las gracias al público". Pues eso, admiración. Como tenista, como persona, como ganador, como perdedor, como analista de sus partidos, como personaje irrepetible.
P.S. No ha sido este el año de Pau Gasol, pero si algo define la carrera de los más grandes es su capacidad para reinventarse y volver a la cima.
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