Leí esto ayer del profesor Alberto N. Adum y me encantó:
"Vivimos en un mundo que condena la reflexión y el silencio y alaba la estupidez de lo inmediato y la superficialidad digital".
Lo de la 'estupidez de lo inmediato' es algo que parece tremendamente destructivo. Y lo vivimos cada día. Juicios sumarios a personas que no los merecen. Sin espacio para la reflexión ni para las posibles disculpas. Un rodillo que pasa por encima de todo y de todos.
En el mundo del conocimiento no debe caber la superficialidad que nos invade. Y se debe premiar la reflexión, la dedicación.
Pero, por desgracia, todo esto parece estar cayendo en desuso. Y así nos va. Cada vez más intolerencia, más extremismos y menos espacio para la concordia y el respeto a la opinión diferente.
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