
Tuve la suerte de vivir en vivo y en directo, como enviado especial, el logro de la primera Copa Davis de nuestra historia. Sin duda es un trofeo muy especial. Mi abuelo, gran tenista, nunca vio ganar una a España. Por eso yo la disfruté por mí y por él.
Este año nos hemos llevado la tercera. Es increíble. Reconozco que no tenía mucha fe en Ferrer, Feli y Verdasco, pero me quito el sombrero ante lo que han logrado.
Y me quito el sombrero también ante la afición albiceleste, fiel como ninguna. “Vamos, vamos Argentina, vamos, vamos a ganar, que esta barra bullanguera, no te deja, no te deja de alentar”. A pesar de todo, los nuestros fueron mejores y se trajeron la ensaladera...
Y yo el domingo busqué mi acreditación de la Davis de Barcelona, y abrí el bote de tierra batida de la zona del saque que me traje del Sant Jordi. Y pensé en mi abuelo y en lo que él hubiera disfrutado viendo como Feliciano echa la bola arriba arriba, arquea la espalda, recoge el brazo derecho e impacta la bola a más de 215 kilómetros por hora. Impecable.
Por cierto, fue en Barcelona donde me presentaron a Rafa Nadal. Él tenía 15 años e iba de abanderado en la ceremonia. Fede Torriente me dijo: "Te presento al futuro número 1 del mundo". Amén, don Fede.
Creo que nadie dabamos un duro.
ResponderEliminarEsperaba eso si, que dieramos guerra, pero esto es la Oxxxx.
Yo lo veía complicado hasta con Nadal...
ResponderEliminarYo también.
ResponderEliminarCreía que a Nadal le iban a sacar los calzones del orto, como dijo Del Orto, digo Del Potro...
ResponderEliminar