martes, 26 de abril de 2011

Crack de cracks


Hoy he visto en Marca.com esta imagen de mi buen amigo Vicente Ortega. No es que Vicen merezca un post, merece unos cuantos, es que es un tipo que merece un monumento. Por mil motivos. Por lo bueno que es, por lo trabajador, por lo apasionado, por su eterno buen humor, por lo que uno quiera añadir siempre que sea bueno.

Nos conocimos hace unos 15 años. Era un periódico pequeño, Líder de los Deportes. No duró mucho la aventura, pero al menos nos sirvió para conocernos y foguearnos en un periodismo deportivo con pocos medios, pero con mucha ilusión y con más ganas que nadie. Una pena que aquello cerrara. Sé que Vicente tiene la colección completa de aquel periódico, como gran coleccionista de todo lo que publicaba.

Pasaron unos meses y me llamaron de Marca para currar en verano. Mi jefe me pidió que si conocía a alguien con ganas de currar y con conocimiento. Pensé en dos de mis compañeros que estaban disponibles, uno de ellos Vicen, claro. Cogieron al mítico Chacón, pero se quedaron con el currículum del crack.

Una semana después me preguntaron por cómo era y si le interesaría una oferta muy modesta. Les dije que se lo preguntaran a él. Aceptó y ya nunca más salió de allí. Empezó a juntar un proyecto con otro y se hizo imprescindible. Es más; llegó un momento en que yo me quedé fuera y él dentro. Sé que sufrió y lo llevó mal, pero al final a los dos nos fue bien, y eso es lo que importa.

Pasó por Tiramillas, hizo Guías de la Liga, Anuarios, Guías del Motor, libros como El Libro de los Campeones o El Siglo del Fútbol (de los que fuimos coautores junto a otros fenómenos), pasó por Club Málaga y mil proyectos más. Al final le llegó la propuesta de Radio Marca y allí lleva ya 10 años impartiendo magisterio diario. Un fenómeno.

Asistió a mi boda -hace 10 años ya-, y yo a la suya. Y en las listas de las mesas le rendí un pequeño homenaje: "Vicente Ortega de Marca", como si fuera su apellido. Y es que él siempre estaba colgado del teléfono, llamando aquí y allá, y siempre empleaba esa coletilla: "Hola, soy Vicente Ortega de Marca".

Hoy he visto esta imagen y he sentido la necesidad de hacerle otro homenaje a uno de los tipos que más quiero, Vicente Ortega, de Radio Marca.

lunes, 11 de abril de 2011

Uno lo empieza a comprender más tarde...


No volveré a ser joven
"Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
como todos los jóvenes yo vine
a llevarme la vida por delante.

Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
envejecer, morir era tan sólo
las dimensiones del teatro.

Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir
es el único argumento de la obra".

No sé si dar las gracias antes a Loquillo, o a Gil de Biedma. Así que se la doy a los dos... A mí me llevó unos cuantos años darme cuenta de que la vida iba en serio. Nunca fui de los que se quiso comer el mundo, pero sí que descubro en mí todos los días unas ganas especiales por sacar jugo a determinadas cosas.

Dejar huella es algo demasiado pretencioso, pero perpetuarse es algo que uno busca de una manera o de otra, aunque sólo sea a través de sus hijos.

El tiempo pasa y no se puede hacer nada por detenerlo. Y es verdad que llega un momento en el que uno se mira en el espejo y se descubre mayor, canoso, hinchado, arrugado... Lleno de dignidad, pero pagando el impuesto diario de cumplir días.

Nunca busqué el aplauso, pero desde aquí quiero dedicar uno muy especial a Barri, que sin duda es uno de los que más mereció los míos. Él sí que dejó huella en nosotros. Y a mí me llevó un tiempo darme cuenta de cuáles eran las verdaderas 'dimensiones del teatro': los 20 años que disfrutamos de nuestra amistad.

P.S. Y vaya por delante que no le tengo miedo ninguno a los años. Y que cuando miro hacia adentro me gusta lo que veo.  

viernes, 8 de abril de 2011

Siempre Barri


Llevo toda la mañana contigo metido en mis pensamientos. Será porque el otro día te me apareciste en sueños y compartimos una de esas muchas charlas que se nos quedaron pendientes...