lunes, 14 de marzo de 2011

"Me alegro de verte de nuevo, amigo mío"


El reportaje entero -Once Brothers- es para enmarcar, pero el final... ups, el final. Grande Divac; grande Drazen. Me preguntaba mi hija mayor que por qué lloraba. No podía parar; le tuve que contar la historia entera. Me costó un triunfo mantener la voz firme. Ella no podía entender que una guerra separara a dos amigos...








P.S. Dedicado a mi amigo Barri. A veces parece que no valoramos la amistad en su justa medida hasta que la perdemos.

miércoles, 2 de marzo de 2011

A 110Km/h

Comentaba hace unos minutos en el blog Misvidasyvenidas que con la última medida de este desgobierno sólo sé que ahora estoy a media hora más de Santander y eso, como es lógico, me pone de muy mal humor; por no decir algo peor.

Y es que ya está bien de ideas felices, de medidas en formato pegatina. Dice Edu Rob, escéptico ante todo y entre otras muchas cosas, que con esta medida "habremos ahorrado dinero a cambio de tiempo". Y claro, el dinero no sobra, pero el tiempo escasea casi más. Vamos, que valoro mucho más tener una cosa que la otra. 

Este fin de semana conducía yo por esas planicies castellano leonesas y casi me dormía al volante ante el tedio de la recta interminable. Ojo, conducía a 120-130 Km/h y trataba de que el coche no se me fuera por encima de 140. No siempre lo conseguía, claro, ya que en sexta el vehículo se va solo; y por eso metía quinta, con lo que consumía más a cambio de mayor seguridad.

Ahora tendré que recurrir al limitador de velocidad, pues de lo contrario en un despiste de esos que todos sufrimos me podría ir a una velocidad que me dejara sin puntos, con menos dinero en mi cuenta y con más en la de los de siempre. No es que nuestras carreteras sean la bomba, pero todos sabemos que hay muchos tramos en los que a 120 es imposible circular; el coche parece no andar y el riesgo de accidente es nulo. Es más, hace nada se hablaba de habilitar tramos a 130 Km/h.

Pero no, ahora nos dicen que a 110. ¿A 110? Es una broma, me dije, cuando me enteré. Pues sí, es la última de los payasos de la tele. Esos que se dedican a buscar nuestra felicidad, sin -por desgracia- conseguirlo.