viernes, 30 de mayo de 2008

"Mira, Pete, una Doors"


Siempre nos gustaron mucho las mujeres. Éramos enamoradizos, apasionados y buenos tipos. Caballerosos y educados, pero siempre con la mirada atenta a toda aquella expresión de belleza que pasara por delante de nuestros ojos. Puedo decir que con nadie he hablado más de mujeres que con Barri. Cómo nos gustaba el tema... Durante años, él me envidiaba por haber dado con una mujer como Bea: equilibrada, guapa, con cabeza, con criterio. A Barri le desesperaban algunas reacciones del sector femenino, se volvía loco porque tenía la sensación de que hiciera lo que hiciera su decisión siempre sería la equivocada. "Si la llamo: 'Es que me llamas demasiado y me agobio'. Si no la llamo: 'Es que no me llamaste'". Barri hacía como que se subía por las paredes, con ese don interpretativo tan genial que tenía. Qué gran actor hubiera sido, o presentador, o monologuista...

Cuando conoció a Eva, Barri levitaba. Se enamoró hasta las trancas. Estaba convencido de que había encontrado a la mujer que llevaba años buscando. Doy fe de que nadie buscó más a su 'otro yo femenino' como él. Se entregaba de manera incondicional, lo daba todo. Y Eva colmó sus expectativas, la quiso como quieren los grandes, sin reservas. Le daba palo decir lo colado que estaba por miedo a gafarlo o por parecer cursi. Pero él lo sabía, Eva lo sabía y yo se lo noté.

Hace unas semanas me topé en Santander con una de esas mujeres de las que en su momento hablamos miles de veces. La llamábamos la Mujer Maravilla. Era como una heroína, con superpoderes, con un físico imponente. Hablamos de ti, claro, pero no quise extenderme por no venirme abajo.

Esta semana, mi amiga Laura también me trajo a la mente una de nuestras conversaciones nocturnas. Laura es un persona muy especial, joven, guapa, llena de energía, con carácter, con personalidad, con estilo, que sabe lo que quiere y que lucha por ello. Pues bien, el otro día llevaba un semirrecogido en el pelo, con un mechón cogido de un lado y otro del opuesto; un toque hippy, interesante. Si Barri lo hubiera visto seguro que habría dicho: “Mira, Pete, una Doors”. Y sí, así es, ella es toda una 'L.A. woman', que diría Jim Morrison.


Recuerdo esa imagen de Laura y me veo en el Drink Club, a finales de los 80, en el Río de la Pila, y visualizo a una camarera que daba ese perfil, una chica Doors total. Nunca supimos su nombre, daba igual. La simple contemplación de la belleza ya valía la pena por sí misma. Había más chicas Doors, claro, atractivas, con carácter, 'hippylondis', como siempre decíamos. Barri y las mujeres, cómo las admiró, cómo las quiso y -¡oh justicia poética!- menos mal que Eva apareció en su camino. Él lo merecía, vaya que si lo merecía. Barri merecía la felicidad como pocos; por bueno, por fiel, por auténtico, por valiente, por íntegro, por talentoso, por divertido, por entregado, por generoso, por guapo por fuera y por dentro, por ser de ley. Es curioso: "Eva", el nombre de la mujer por excelencia. Estaba escrito.

Ya lo repite Ramón Trecet hasta la saciedad: "Buscar la belleza es la única protesta que merece la pena en esta asqueroso mundo".

PS. Gracias, Eva, por cuidar de él.
PS1. Gracias, Bea, por cuidar de mí.
PS2. Gracias, Laura -chica Doors- por tu apoyo y tu amistad.

miércoles, 28 de mayo de 2008

Con el paso del tiempo algunas palabras cobran más y más fuerza


Así recordaron Cristina y Chema a nuestro inolvidable amigo. Palabras sublimes que retratan la calidad humana incomparable de Barri:

"Guardo en mi memoria, como todos vosotros, conversaciones, risas, cañas, bares, playas compartidas. Todavía estoy viéndole llegar a las 10 de la noche con su mochila de la playa -nosotros ya tomando cañas- y pedirnos que le esperáramos, que enseguida bajaba. Contaba que iba a comprarse una tabla para hacer surf. Y cómo contaba anécdotas de los campamentos de verano en los que trabajaba; su incansable búsqueda por los bares de Santander; hablar de sus fichajes; oírle decir que le gustaría tener un hijo... No sé, son mil cosas. Imposible resumirlas.

Quiero dejar testimonio de cómo vivió su enfermedad para que nos sirva de ejemplo a todos. Barri acababa de conocer a Eva, acababa de enamorarse cuando empezó todo. Tenía trabajo y estaba feliz. Optó por la discreción, no comentó nada con ninguno de nosotros. A nosotros nos tocó el papel de hacer como que no veíamos nada y confiar en que él no lo tomara como indiferencia.

Durante todo el proceso Barri fue siempre Barri. No noté en él ninguna diferencia. Alegre, conversador, enamorado... Nuestro día a día está lleno de miedo al futuro, de problemas, agobios. Pero nunca vi a Barri con miedo, desesperado por su suerte. Siempre la eterna sonrisa, nunca una palabra de lo que sufría, de lo injusta que es esta vida. Quede su ejemplo para siempre, para todos".

Gracias a los dos por sentir y por compartir. Y a Barri por demostrarnos tantísimo con su ejemplo.

martes, 27 de mayo de 2008

Hasta los huevos de la falsa progresía


"La fotografía corresponde a un cartel de las XI Jornadas de diseño gráfico Motiva’08, que se ha iniciado en Asturias y que cuenta con el apoyo de IDEPA (Instituto de Desarrollo Económico del Principado de Asturias), la Obra Social y Cultural de CajAstur y la Consejería de Educación y Cultura del Principado de Asturias, informa Minuto Digital".

Es cierto, ser hombre, español y heterosexual parece que está perseguido. No sólo eso, encima te llaman imbécil. Desde luego, debemos serlo, porque nadie levanta la voz, nadie se queja y todos pagamos nuestros impuestos para que se financien 'genialidades' como estas...

Lo siento -parece ser que hay que pedir perdón por todo-, pero no soy ni puta, ni negro, ni marica, ni moro, ni sudaca, ni mujer... ni tengo nada contra ninguno de ellos. Eso sí, no me tengo por muy listo, pero imbécil no soy.

miércoles, 21 de mayo de 2008

Agradecido al crack


Marcelino García Toral, gracias por todo. Que el viento sople siempre por tu espalda y que el camino venga a tu encuentro.

lunes, 19 de mayo de 2008

La Fuente de Cacho



Ayer te vi que subías,
por la alameda primera,
luciendo la saya blanca,
y el pañueluco de seda.

Dime dónde vas morena,
dime dónde vas salada,
dime dónde vas morena,
a las dos de la mañana.

Voy a la fuente de Cacho,
a beber un vaso de agua,
que me han dicho que es muy buena,
beberla por la mañana.

Dime dónde vas morena,
dime dónde vas salada,
dime dónde vas morena,
a las dos de la mañana.

Voy al jardín de Valencia,
a decirle al jardinero,
que me de una rosa blanca,
que en mi jardín no las tengo,

Dime dónde vas morena,
dime dónde vas salada,
dime dónde vas morena,
a las dos de la mañana.

domingo, 18 de mayo de 2008

En recuerdo de aquellos dibujos memorables de Barry


Ayer estuve en el zoo con las peques, paliza de padre entregado que con la rodilla a la virulé se pasa seis horas de pie... Mereció la pena, a pesar de las aglomeraciones. Nada como ver disfrutar como locas a dos niñas.

El viernes me ví el vídeo de Litros dos veces. Las imágenes son sensacionales y llenas de momentazos -la música siempre acompaña a la perfección gracias al talento del crack Obregón-. La naturaleza puede con todo en cada momento. Y Barry nos da una lección tras otra con su gracia, su magnetismo, su personalidad. Pero hay un momento para mí sublime: el de Litos Jr. con su tío Barry (así le llama siempre Lucía) en el Zoo de Santillana. Se ve cómo sabe tratar a un niño, cómo consigue hacerse con la confianza de Carlitos y hace que éste le siga allá donde va. Se ve su enorme categoría de ser humano.

Ayer me acordé mucho de ese momento y sentí no tenerte a mí lado para que nos dieras la enésima lección de vida, a mí y a mis niñas. Sólo me queda añadir que espero estar a la altura y poder enseñar a las peques que hay que cuidar el entorno, que la naturaleza es un preciado tesoro que se nos ha confiado y que hay que cuidarlo día a día.

La cabeza de esta rapaz me recordó a las magníficas que tú dibujabas; toda una oda a la magia de estas aves poderosas que tú tan bien sabías plasmar sobre el papel, con esa ejemplar facilidad de la que hacen gala los genios.

miércoles, 14 de mayo de 2008

Faemino y Cansado


Hace un par de meses recibí un mail de Ana Lite en el que compartía conmigo las sensaciones de dos amigas, dos chicas que conocieron a nuestro José Antonio García Barrigón y que le quisieron como le quisimos todos lo que tuvimos la suerte de conocerle. El correo decía así:

"Se nota que le querían muchísimo, como no podía ser de otra manera..., porque independientemente de todo, Jose era un tío estupendo al que adoraba todo el mundo (tus amigos incluidos, ya lo sabes), y me he emocionado mucho con un amigo de Jose que escribía que la última vez que le vio se pasaron toda la tarde imitando a Faemino y Cansado, que curiosamente, es mi recuerdo favorito suyo, imitando a la Pera María Elena una y otra vez para Dubi y para mí; y tú preguntándole cuándo iba a parar porque ya lo había contado 4 veces, y nosotras seguíamos meadas literalmente meaadas de la risa, como niñas, pidiéndole que volviese a contarlo. Y tú preguntándote que quién era más tonto, si tus amigas o tu novio. Obviamente, tus amigas".

Nunca fui fan de Faemino y Cansado, pero recuerdo -al igual que Toy- sus imitaciones impecables, dominando los tiempos, gesticulando, clavando los diálogos y las entonaciones... Gracias a Barry pude disfrutar de esta dupla; sí, yo con quien me reía era con él.

martes, 13 de mayo de 2008

Dar nombre


Por tu buen carácter, por tu manera de ser fuera de serie, por esa lección de lucha contra la adversidad, por tu amor a la naturaleza... por eso y por mil cosas más deberías dar nombre a una calle llena de árboles, a una plaza abierta al mar, a un bosque de cajigas centenarias, a un mirador sobre un valle... Por siempre, Barry.

lunes, 12 de mayo de 2008

"Si es lo mismo...". "Pero no é iguá"


Pocas veces me he reído más... Lo volví a ver el sábado en la televisión y me di cuenta -una vez más- de que el tiempo no pasa por las cosas buenas. Eso sí, no sé si me hace más gracia verlo en versión Martes y Trece o recordar cómo lo bordaba Barry. Sublime.

viernes, 9 de mayo de 2008

Días de Sur


Un tamarindo, un banco, el espolón de las pedreñeras, un barco que desafía las condiciones del agua, esa mar rizada siempre asociada al viento Sur que golpea las fachadas de las casas orientadas a la bahía, y Peña Cabarga -al fondo–, siempre en el fondo de nuestros corazones. 

Se añoran las viejas baldosas, pero aún así un paseo por el Muelle, con la brisa golpeando en la cara -venga de donde venga- no tiene parangón. 

Chaparrudos, momas, julias y algún panchito cayeron en nuestras cañas y aparejos hace años. Comprar la gusana junto a la Grúa de Piedra, empatar un anzuelo comprado en Godofredo, en Kalín o en alguna de las otras tiendas de pesca, poner unos plomos... Acciones sencillas, pero llenas de autenticidad. Recuerdos de una infancia lejana, pero próxima en la memoria.

PS. La foto no es mía, pero la vi en la red y me encantó. Desde aquí agradezco a su autor la obra.

jueves, 8 de mayo de 2008

I'll Sail This Ship Alone


La voz de Paul Heaton me trae tu recuerdo siempre a la mente. Hoy venía en el metro con el iPod y, de repente, me he sentido muy solo entre tanta gente -contrariedades del ser humano-. No he podido evitar romper a llorar. Me han venido imágenes de cuando vivías en Madrid e íbamos juntos en el tren, hablando de todo y riendo cada dos por tres.

Beautiful South y esta canción me han dado la puntilla; feliz puntilla, pues volver a visualizar esas imágenes casi pérdidas en el baúl de la memoria es motivo para la sonrisa, antes que para cualquier otra cosa.

Te echo mucho de menos, Barry, pero el barco sigue su rumbo y al menos puedo decir que no estoy -ni mucho menos- solo, aunque acuse tanto ese vacío que nos has dejado.

En el vídeo original salía gente mayor hablando, paseando junto al mar... Siempre imaginé que llegaríamos a viejos juntos, que nuestros hijos serían amigos y que seguiríamos compartiendo conversaciones y momentos enormes. Aún así, te sigo sintiendo a mi lado a cada instante.

I'll Sail This Ship Alone
If, if you choose that we will always lose
Well then Ill sail this ship alone
And if, if you decide to give him another try
Well then Ill sail this ship alone

Well they said if I wrote the perfect love song
You would take me back
Well I wrote it but I lost it
And now will you take me back anyway

Now if, if you insist that this is for the best
Well then Ill sail this ship alone
And if, if you swear that you no longer care
Well then Ill sail this ship alone

Ill sail this ship alone
Between the pain and the pleasure
Ill sail this ship alone
Amongst the sharks and the treasure
If you would rather go your way then go your way
Ill sail this ship alone

If, if youre afraid that I wont make the grade
Well then Ill sail this ship alone
And if, if you agree to him instead of me
Well then Ill sail this ship alone

Well they said if I wrote the perfect letter
That I would have a chance
Well I wrote it, and you burnt it
And now do I have a chance anyway

If, if you swear that you no longer care
Well then Ill sail this ship alone

Ill sail this ship alone
Between the pain and the pleasure
Ill sail this ship alone
Amongst the sharks and the treasure
If you would rather go your way then go your way
Ill sail this ship alone

Well they said if I burnt myself alive
That youd come running back

miércoles, 7 de mayo de 2008

La foto 'madnessiana'


La música de Madness, con ese ritmillo ska, siempre nos gustó para hacer el notas, echar unas risas y movernos -sobre todo aquellos que como yo nunca fuimos bailongos–. Saltos, choques y descojono eran tónica general cuando sonaba el One Step Beyond, por ejemplo.

Y luego estaba el momento de la foto, que siempre nos gustó. Cómo olvidar la mítica foto Saint John's, por ejemplo. En la 'madnessiana' salimos haciendo el ganso alineados como en la portada del disco mítico. Recuerdo alguna así en el Sardinero y ésta en casa de Pilar, en Heras. La alineación es mítica: Lation, Litros, Chus, Pancho, Toñín, Torron, Barry, Javi, Peter, Richi, Quique y Andrew. Y sí, detrás, Pilar, Rocío y Álvaro. Impresionante.




Sí, fue aquella fiesta en la que todos terminamos calados hasta los huesos y más de una no volvió a dirigirnos la palabra. Allá ellas...